La renuncia a seguir presidiendo el partido popular de algunos de los llamados » barones «, en sus circunscripciones regionales, puede marcar el principio de una cierta regeneración en este partido. Los malos resultados electorales suelen provocar estos movimientos. No debería quedarse el partido que gobierna este país solo en ello. El desvío ideológico llevado a cabo por sus dirigentes en temas tan importantes como el aborto, ETA, concepto de familia e incluso una enorme subida de impuestos, han hecho pasar factura a los tradicionales votantes del PP.
Rajoy, Arriola y sus más directos colaboradores creen que la mejora de la situacion económica, es aval suficiente para seguir gobernando.
Este país lo que necesita son gobernantes con principios, con valores, no solo tecnócratas como ahora.
Se impone la creación de una derecha fuerte, sin complejos- Franco murió hace ya 40 años- que aplique los valores tradicionales en la acción de gobierno. El centro y el neoliberalismo, empiezan a ser valores trasnochados, que demuestran ya su agotamiento, ante opciones de izquierda o extrema izquierda, donde el «tabú» ideológico ha desaparecido ya.