Las tropas del régimen sirio expulsaron hoy a los combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) del interior de la ciudad de Palmira, cuyas ruinas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, aunque los combates prosiguen en sus alrededores.
Este avance de las fuerzas gubernamentales, anunciado hoy por el régimen, ha tenido lugar tras varios días de duros combates y de que el EI lograra penetrar en la urbe y dominar una zona del norte.
El ataque del EI fue abortado y los yihadistas fueron expulsados de la periferia norte y este de Tadmor (nombre de Palmira en árabe)», afirmó Talal Barazi, gobernador de Homs, provincia del centro de Siria a la que pertenece esta ciudad de más de 2.000 años de antigüedad.
Barazi señaló también que el ejército ha retomado el control de varios sitios estratégicos, como colinas, presas y la torre de la radio y de la televisión de Palmira, en el noroeste de la ciudad.
El sábado, ISIS consiguió hacerse con el control de la mayor parte del norte de Palmira, donde se enfrentó a las fuerzas leales al presidente sirio Bashar Al Assad.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los combates dejaron al menos 29 muertos entre los yihadistas y 23 entre las fuerzas del régimen.
Según Barazi, el ejército abatió a «130 yihadistas».
«El ejército continúa limpiando la zona de las bombas diseminadas (por el EI) con el fin de restablecer la circulación», agregó el gobernador.
El sitio arqueológico, famoso por sus columnas romanas y sus torres funerarias, se encuentra en el suroeste de la ciudad y está clasificado como Patrimonio mundial de la Humanidad por la Unesco.
El Estado Islámico lanzó el miércoles el asalto en Palmira, un enclave estratégico al estar situado en el desierto sirio, camino de la provincia limítrofe iraquí de Al Anbar, en gran parte controlada por este grupo extremista.
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