El presidente español, Mariano Rajoy, ha asegurado este miércoles que «será difícil» que España admita una potencial adhesión a la UE por parte de una Escocia o de una Catalunya independiente. «Facilidades para que se integren, me temo que muy pocas», al menos por parte de los países miembro de la UE, entre ellos España.
Durante la sesión de control al Gobierno y a preguntas del grupo parlamentario del PNV, Rajoy se ha remitido a los tratados de la UE, que según ha recordado, dejan claro que «si una parte de un Estado se separa se convierte en un tercer respecto a la UE» y habría «muy pocas facilidades» por parte de los 28 actuales miembros a quien pretenda hacer este tipo de procesos de adhesión.
«He hablado con los representantes de los 28 estados y no tienen ningún entusiasmo por estos procesos» porque son «un torpedo a la línea de flotación de la UE», ha asegurado el presidente, que ha insistido en el argumento de que si una región se separa «no se le aplica nada del acerbo comunitario» y «esa región puede solicitar su ingreso si actúa de acuerdo a legalidad», aunque «el proceso requiere años y en el caso de España requirió 8 años». Para el presidente, en el ámbito internacional se entiende que este tipo de procesos «son malos para la región, para el Estado y la esencia de la UE».
El PNV le pide al presidente que «sea demócrata y actúe como un unionista» permitiendo la consulta en Catalunya y Rajoy replica que estos procesos son «un torpedo a la línea de flotación de la UE».
Rajoy obvió la pregunta directa de los nacionalistas vascos, referente a la último aviso del ministro de Exteriores sobre una posible suspensión de la autonomía catalana: «¿El Gobierno enviará tanques a Catalunya?».
