

Ayer inauguraba el nuevo Rey Felipe VI su actuación como tal, con un encuentro con las víctimas del terrorismo de las que destacaba su renuncia a la venganza. Algo loable teniendo en cuenta la situación real en la que se encuentran, sin memoria, dignidad ni justicia por la infamia de la clase política tras su negociación con los terroristas.
Causa sorpresa y dolor que a renglón seguido, personas del ámbito de ETA y de los partidos nacionalistas que las secundan, en Navarra, solicitan la excarcelación de otro etarra por enfermedad de cáncer.
No dicen si es o no terminal, pero coincide con el encuentro del Rey con las víctimas y con la puesta en libertad total de Bolinaga, aquel etarra que secuestró a Ortega Lara y está pendiente de verificación de asesinato, aquél que consiguió la libertad por cáncer terminal para morir en su casa con “dignidad” y son ya dos años los que lleva en la calle visiblemente mejorado.
Si bien la foto del encuentro de Felipe VI con las víctimas ha sido un acto simbólico para tener en cuenta como significativo y moralizante, las víctimas y todos los españoles que son víctimas junto a ellas, quieren justicia, no venganza.
Directora Navarrainformación.es