
El muy aparatoso y censurable incidente de Esperanza Aguirre con los agentes de Movilidad en el centro de Madrid, además de convertirse en trending topic mundial, ha sido aprovechado por Génova de inmediato para pasar factura a la presidenta del PP de Madrid. Así se desprende de las reacciones de su propio partido entre los que no hubo una sola voz que arropara a la ex presidenta de la Comunidad de Madrid. Parece que el PP abandona a su suerte a Esperanza Aguirre porque cree que ha cavado su propia fosa política.
Ana Botella se encargó de abrir fuego desde dentro del partido. Y lo hizo con dos frases. Preguntada ayer por los informadores, la edil afirmó que “la Justicia es igual para todos” y que los «agentes de Movilidad de Madrid tienen “presunción de veracidad, según la ley”. También se ha hecho patente el revanchismo de una parte del partido, que le reprochaba su firme posición hacia deslices ajenos, cuando pidió la dimisión del diputado Nacho Uriarte tras un accidente de tráfico.
Esperanza Aguirre se puso nerviosa, se equivocó y no ha gestionado bien este feo incidente, incluyendo su referencia al machismo de los agentes. Lo importante es que ha salido a dar la cara y a combatir las barbaridades que se estaban contando diciendo que había arrollado a un policía o que le había causado lesiones.
No parece que este incidente vaya a tener excesiva influencia, porque haya o no una futura candidatura a la alcaldía del PP de Madrid, además es la propia Aguirre quien ya ha dejado claro que no va a dimitir. No hay que olvidar que la lideresa del PP de Madrid se las ha visto en mucho peores y en situaciones de grave riesgo para su vida.