Ya las elecciones europeas fueron un aviso a navegantes. La siempre estigmatizada Marine Le Pen, sigue subiendo y no sólo en encuestas. Con estas últimas elecciones en la mano, asciende su importancia en la política francesa y europea.
Del estigma que Le Pen tenía, está, poco a poco, pasando a ser desestigmatizada (políticamente hablando, claro). Desde Sarkozy hasta Holand pasando por políticos a título personal, tratan de ofrecer a los ciudadanos un mensaje, cada vez más aproximado a la “ascendente” Le Pen.
¿Servirá esta cercanía o esta copia para mantener el voto de los grandes partidos en la república francesa? ¿existe temor al sistema electoral francés a dos vueltas? ¿será este un ejemplo a “imitar” en otros países europeos como, por ejemplo, España?
Sea como fuere, la política nacional e internacional (también la territorial) está provocando un giro importantísimo para el futuro inmediato y a medio plazo. Un giro que está reivindicado por la base ciudadana, pero también por los políticos que quieren hacer valer otras formas y maneras.
Puede resultar preocupante -o no- el ascenso de nuevas fuerzas políticas, pero lo que sí está claro es el hartazgo ocasionado por la política (en todos sus ámbitos) y por los políticos de los últimos años.
¿Podrán remediarlo los mismos partidos que han conseguido este debacle ético-social-político-económico, cambiando el discurso y utilizando el poder?
Directora NI
Y ¿ por que aquí en España, no puede surgir una gran coalición de partidos «de derechas auténticas» ajenos a aquellos partidos como el PP, que solo buscan el poder por el poder?