Antonio de la Torre.
Seguramente no ha sido lo más importante de la semana, pero la fallida entrega del Premio He for She que iba a recibir nuestro modesto errante Pedro Antonio Narciso el Dialogante de manos de la actriz norteamericana Anne Hathaway, sí habrá sido lo más doloroso para un ególatra autoritario como él, que se ha quedado sin foto con la guapa actriz. Gran feminista don Narciso, que acaba de remodelar su gabinete de presidencia con siete hombres y una mujer. Sin duda ha tenido que ser un duro golpe para esta víctima de la Triada oscura –narcisismo, maquiavelismo y psicopatía– que no parece que tenga cura. Sobre todo, después de que sus corifeos y medios afines llevaban una semana anunciando la “efemérides”. Recordemos lo que Óscar Puente decía la semana pasada en una de sus aportaciones antológicas en X: “Dios mío. Esto no sé si lo va a soportar Feijoo” , al tiempo que destacaba el titular de uno de esos bien atendidos medios amigos, la Cadena SER: “Anne Hathaway entregará un premio a Pedro Sánchez la próxima semana en Nueva York”. Al parecer, un muy “merecido” premio después de haber algo más de catorce millones y medio de euros a su ONG y otros dos millones y medio, de todos los españoles, al chiringuito ONU Mujeres, en el que, si no recuerdo mal, cuando su segunda legislatura olía a muerte, colocó Zapatero a su ministra de Igual-da, aquella no menos antológica Bibiana Aído –y no “ha vuelto» desde entonces– como asesora especial de la entonces directora ejecutiva Michelle Bachelet, en un paréntesis entre sus dos presidencias de Chile y adonde volvió como Alta Comisionada para los Derechos Humanos. Y por ahí sigue también nuestra gaditana (no precisamente “haciendo tirabuzones”, como decía la conocida canción alusiva a las tropas napoleónicas que llegaron a la Tacita de Plata allá por los comienzos del siglo XIX), como representante en Colombia, después de haber pasado por Ecuador. No sorprenderá la situación de ambos países con semejante colaboradora.
Pero nuestro presimiente, envidiado por el PP “porque está muy bueno”, según palabras del “diputade” socialista de la asamblea de Madrid Juan José Marcano Dasilva, se tuvo que conformar con recibir su autopremio de manos de la actual directora del citado chiringuito, que andaba por allí, la jordana Sima Sami Bahous, por cierto, bastante menos “glamurosa”. Ella fue la que le colocó la insignia distintiva a Fray Perico, que tuvo que dejar el ojal de su solapa libre, después de haber tratado de dar su mejor imagen como pacificador y defensor de la democracia, luciendo el aro multicolor de la Agenda 2030, para no desentonar con la ONU patrocinadora. Y a propósito de la más que cuestionada ONU, recomiendo leer la interesante trilogía de José Ramón Ferrandis, publicada en su Blog, de la que dejo el enlace de la tercera parte, desde la que se puede acceder a las dos primeras. Y a su precipitado –tal vez para eso– regreso a España, tuvo otro premio de consolación al hacerse en San Sebastián una foto con su tocayo y seguidor Pedro Almodóvar, que lo adulaba en la línea del diputado madrileño antes citado. El manchego que pasó de empleado de Telefónica al cine, se explayaba así con su admirado visitante: «…Además de ser nuestro presidente, en Europa y EE.UU. le llaman ‘Mr. Handsome’ –Sr. Guapo, aclaraba, para que no hubiera dudas si alguien desconocía su significado–. Claro, hay muchas cosas que pedirle a un hombre de esas características a nivel político y a nivel físico también…» .
En su tan breve como innecesario e insulso paso por la no menos insulsa ONU, nuestro Fray Perico Narciso tuvo tiempo para defender lo que él ignora y pervierte a diario, la democracia: «El mundo se enfrenta a un riesgo real de retroceso de la democracia –en España es ya algo más que un riesgo–. Derechos que se creían consolidados, hoy son cuestionados o incluso revertidos. Una agenda reaccionaria global se abre paso al calor de la desconfianza en las instituciones –a las que él tiene colonizadas–, de la polarización –que empezó Zapatero, no supo atajar Rajoy y está consolidando él–, y de la reivindicación de un pasado inventado –Si es tan “falso” ese pasado por qué él y sus corifeos recurren a Franco cada vez que le viene en gana–, tan falso como sus proclamas. La democracia, por tanto, libra una batalla por su supervivencia. Seamos claros, no deja de ceder terreno ante sus enemigos. La democracia no puede aspirar a ganar esta batalla con una mano atada a la espalda –estoy de acuerdo en estas tres afirmaciones, aunque en el sentido contrario al que nuestro déspota autoritario apunta. La Sociedad Civil tiene que estallar de una vez contra este desgobierno Frankenstein que está acabando con la democracia–. Y porque se enfrenta a gente sin escrúpulos, activistas de la mentira, los bulos del odio –Mr. Bulo dixit…, esta vez sin Pixie, señora Calvo–, dispuestos a partir en dos sociedades para imponer su agenda reaccionaria –¿la 2030?–, es indispensable levantar un escudo –lo que lleva haciendo él y sus socios de Podemos/SUMAR para hacer buena a la “profecía” de PabLenin Iglesias– que proteja las instituciones democráticas de quienes buscan socavar deliberadamente a las mismas –el PSOE y sus socios–”. . No faltó una breve alusión a Venezuela, con un poco más de determinación que en España, pero sin pasarse, no se fuera a enfadar su amigo Zapatero o el propio Nicolás Maduro: «La situación en Venezuela, tras las elecciones del 28 de julio, es enormemente preocupante. Quiero reiterar una vez más el compromiso inquebrantable de España con la democracia y la defensa de los derechos humanos en este país, y condenar cualquier detención o amenaza contra los líderes políticos. Es imperativo el respeto de la voluntad del pueblo venezolano, con un recuento de los resultados electorales en condiciones de total transparencia”. Pero no dijo que el parlamento europeo había votado Sí al reconocimiento de Edmundo González como presidente electo.
Y entre show y show internacional, a nuestro presimiente y a su “entorno familiar”, como le gusta decir a todo ese grupo sanchista, parece que se le va nublando el horizonte con un otoño que se les presenta caliente. Hace algún tiempo, cuando ya había demostrado su falta de principios y no saber lo que significa tener escrúpulos, comenté que este siniestro, autoritario y sátrapa personaje podría acabar como aquel dictador rumano de nombre Nicolae Ceaucescu, no en cuanto a la tragedia en la que acabó su vida, pero sí con la revolución social que acabe llevándolo al banquillo de los acusados. Y a raíz de las causas que tiene abiertas su mujer y los reveses judiciales que hemos visto esta semana, me permito tomar prestado el título que hace unos días le dedicaba Carlos Herrera en su programa y me parece que podemos llamarlos los Sanchezcu y que ambos acaben ante los jueces. De momento, la cosa apunta bien después de la filtración de la “No declaración” de Pedro Sánchez Pérez-Castejón (PS para abreviar) ante el Juez Juan Carlos Peinado (JP por lo mismo) cuando se desplazó al Palacio de la Moncloa, que conocimos hace unos días y que todos sabíamos que se produciría antes o después y que reproduzco íntegro:
JP: “Hola, Buenos días. ¿Me puede decir cuál es su nombre y apellidos, por favor?”.
PS: Pedro Sánchez Pérez-Castejón.
JP: “Mire, se trata de practicar una diligencia, consistente en tomarle declaración, si usted desea declarar (sobre lo que le informaré a continuación), en un procedimiento que se sigue en el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, con el número de diligencias previas 1.146/2024. En ese procedimiento, existen en este momento tres personas que tienen la condición de investigadas y le voy a preguntar si con alguna de ellas tiene usted algún tipo de relación. La primera de ellas se llama doña Begoña Gómez Fernández, ¿con esta persona tiene usted algún tipo de relación de parentesco, de amistad, enemistad…?”.
PS: Es mi esposa.
JP: “Muchas gracias. ¿Respecto de don Juan Carlos Barrabés Cónsul?”.
PS: No.
JP: “¿Y respecto de don Joaquín Goyache Goñi?”.
PS: Tampoco.
JP: “Como consecuencia de que usted ha manifestado que una de las investigadas es su esposa, está usted dispensado de declarar en todo aquello que pudiera perjudicarle, si bien es cierto que hay otras dos personas con las que ha manifestado que no tiene ningún tipo de relación, pero, también, el mismo artículo que le dispensa a usted de declarar respecto de su esposa, prevé la posibilidad de que tampoco declare en todo aquello que quepa la posibilidad de perjudicar o comprometer a su esposa. Una vez que creo que esto está suficientemente informado, lo primero que tengo que preguntarle es si usted va a acogerse a la dispensa de declarar o, por el contrario, quiere prestar declaración”.
PS: Señoría, me acojo a la dispensa del artículo 416.
JP: “¿No desea prestar declaración respecto de ninguna de las preguntas que se le pudieran haber formulado?”.
PS: Deseo acogerme al derecho que viene recogido en la ley.
JP: “Pues muchísimas gracias. Se da por concluida la diligencia”.
Vista esa “No declaración” y dejando claro que no soy jurista, como los que me conocen o leen saben bien, y reconociendo el derecho de no declarar que ese artículo 416 de la LEC le concede al testigo “en todo aquello que quepa la posibilidad de perjudicar o comprometer a su esposa”, se me ocurren algunas consideraciones. En primer lugar, creo que yo, en su lugar, si estuviera tan seguro de la inocencia de un allegado, no tendría ningún reparo en declarar para defenderlo con “la verdad” que yo conozca en su favor. No hacerlo así, me parece que deja serias dudas sobre su presunta inocencia. Por otra parte, creo también que el testigo, que tiene el derecho de no declarar en el supuesto dicho, pero la obligación de decir la verdad como tal testigo, deja serias dudas de que no mienta cuando responde que no tiene “algún tipo de relación… de amistad,…” con Juan Carlos Barrabés, si tenemos en cuenta las declaraciones que hacía el doctor Plagio respecto de esta persona en 2021 en Aragón: «El grupo Barrabés, que he tenido también ocasión de poder conocer en primera persona, que ya sabemos que partió de un negocio familiar de material de montaña en Benasque, ha dado lugar a un gran conglomerado de compañías que prestan servicios de todo tipo: de consultoría, de asesoría, de formación, de comunicación a compañías… no solamente en toda Europa, sino todo de todo el mundo». Añadiendo después que «Y quiero además destacar una iniciativa que ellos pusieron en marcha en marzo de 2020 y es esa plataforma Attitude Academy, que es una plataforma, como saben ustedes, gratuita para ayudar a las pymes a digitalizar sus plantillas y sus operaciones durante esta emergencia sanitaria que estamos sufriendo». Si a esto le sumamos que el propio investigado Barrabés declaró haber estado cinco o seis veces en reuniones en Moncloa con la “protegida” y, en al menos dos, con la presencia del propio presimiente del desgobierno, cuesta creer que no existiera entre testigo e investigado “…algún tipo de relación de amistad…”. Y ahí, creo también porque no puedo afirmarlo desde mi ignorancia jurídica, podría, tal vez, entrar en liza el artículo 458 del Código Penal, que he leído que regula el tipo básico del delito de falso testimonio: «el testigo que faltare a la verdad en su testimonio en causa judicial será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa de tres a seis meses». Lo dicho, cada vez más cerca de ser los Sanchezcu, esta pareja de “sobraos” y presuntos corruptos. O sea, “blanco y en botella” que reza uno de los últimos eslóganes de Producciones Moncloa, que sí que demuestra “productividad” frente a la cada vez más escasa de esta “España cohete”.
Aquí lo dejo por hoy y tal vez mañana continúe porque se quedaron no pocas cosas en el tintero, entre ellas las novedades del hermanísimo musical del “gran jefe” del “loro park” y algunas otras resoluciones judiciales.
Antonio De la Torre, licenciado en Geología, técnico y directivo de empresa. Analista de opinión.
