Artículo 152
No me cansaré de repetirlo: “La libertad cuesta mucho de conseguir, que no te la roben”.
Poco a poco, de forma sibilina y todas las demás que describa el diccionario, nos hacen mella, a tal punto, que en la actualidad estamos libres bajo fianza. Deja de pagar impuestos y verás.
Día a día nos desaparece un poquito de libertad.
Ponen para ello mil escusas. Veamos unos ejemplos de ello.
Dicen que el dinero da la libertad, es un dicho y hecho descubierto desde que el mundo es mundo.
El dinero nos libra de cadenas, nos permite vivir mejor en todos los aspectos, tener nuevos amigos y vecinos, etc. Por eso tenemos los impuestos que tenemos, cada día mayores, poniendo excusas sociales que parecen justificarlos. La paradoja, que cada día hay más pobres.
El desconocimiento de los impuestos nos hace ignorantes sociales, es decir, que la gente no sabe que comprando un Lamborghini, pagas solo de impuestos unos 120.000 euros. Los impuestos también se pagan por el tabaco y el alcohol, pero no las drogas, aunque en los controles de alcohol y drogas tengan castigos similares. ¡Hombre, no vamos a salir de copas y pedir una leche con galletas! Pues sí.
Voy a señalar un nuevo recorte de libertades. De cenar con vino nada, de tomarte una cervecita, nada. Adiós a la vida social sin abusar de las bebidas. Si conduces, ni olerlas, menos aún si tienen un olor embriagador, porque das positivo.
El Ministerio del Interior pretende bajar la tasa de alcohol, no tardará. Ya salen en los informativos personas diciendo que no hay que beber ni una gota ni media y que están conformes con la medida los cuatros abstemios preguntados.
Me parece bien, toda seguridad conduciendo un vehículo es poca, pero esa equiparación del alcohol a las drogas me resulta chocante. Oiga, que no es lo mismo una cervecita que una papelina de coca, heroína o hachís. ¡Jesús! ¡Gracias!
Manolo Royo, humorista www.manolo-royo.com