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Pues sí hay cuadragésimo tercer aniversario de la Constitución

Escribía hace un año https://www.navarrainformacion.es/2020/12/06/habra-cuadragesimo-tercer-aniversario/ con no demasiado optimismo un artículo que, salvo en el ordinal, podría repetir hoy sin perder su vigencia, ya que nada ha cambiado salvo a peor. Por ahora, la respuesta es afirmativa. Veremos en 2022.

Y lo hago hoy de nuevo, con un breve recordatorio en vísperas del Día de la Constitución, paradójicamente, una fecha “festiva” también para los que quieren acabar con ella para recuperar las “bondades” de aquella Segunda República que no vivieron. Como la Navidad, ya próxima, cuya celebración no perdonan los agnósticos y ateos, que no consiguen –de momento– cambiar a “Fiestas de invierno”, en su intento de acabar con todo lo que huela a cristiano. Eso sí, no dejan de felicitar a los “hermanos” musulmanes en su Ramadán y a otras confesiones cuando les corresponda, pero de humanismo cristiano nada y, cuanto más lejos, mejor, pese a que Occidente no hubiera sido nada sin esas raíces. O, ya puestos a no renunciar, como todos estos que ahora resucitan a Francisco Franco como pimpampum para distraer al ciudadano de los verdaderos problemas que disfrutan de las pagas extraordinarias que se crearon bajo su régimen.

Pero el socialcomunismo del presimiente Pinocho y sus socios sanguijuelas, quiere “recuperar” un periodo cuyo relato histórico real no conoce bien –muchos, nada– y ahora pretende reinventar como la panacea de derechos y libertades humanas que pisotearon. Un periodo, insisto, que acabó con un levantamiento militar y civil, después de algo más de cinco años de abusos, latrocinios y robos, asesinatos y profanaciones, en los que no faltaron golpes de Estado. Los que ahora critican como tal el Alzamiento Nacional de Julio de 1936, no “recuerdan” el que el PSOE y su sindicato UGT, que presidía Francisco Largo Caballero, dieron en Asturias entre el 5 al 19 de Octubre de 1934 contra su “admirada” República presidida entonces por Niceto Alcalá Zamora. Tampoco parecen querer acordarse del coetáneo, 6 de octubre de ese año en Barcelona, perpetrado por el entonces líder de su hoy socio, ERC, el nacionalista Luis Companys, superado en brevedad por el más reciente del 1 de Octubre de 2017, que duró minutos. Todo al más puro estilo de esa ideología trasnochada, inspirada en el Manifiesto Comunista de Carlos Marx y Federico Engels y las “lecciones” de Antonio Gramsci. En cualquier caso, todos ellos infinitamente superiores en nivel cultural a sus sucesores de hoy.

Quizás interese traer aquí, para los que no lo vivieron o no lo recuerden –entre las dos categorías la gran mayoría de los españoles de hoy, me temo–, el resultado de aquel referéndum del 6 de diciembre de 1978, que dio vía libre al proyecto de Constitución Española, aprobado por Congreso y Senado. El censo entonces era de 26.632.180 electores, de los que acudieron a votar 17.873.271, es decir, el 67’11%, lo que significó una abstención del 32’89%, 8.758.909 electores. El que un tercio de los llamados a votar no lo hicieran, hace pensar que el “entusiasmo” por el nuevo sistema que se presentaba no era como para tirar cohetes. De esa afluencia a las urnas del 67’11%, un 87’87% dijo SÍ, es decir, el 58’97% del electorado, mientras que el 7’84% (5’26% del censo) dijo NO y entre votos en blanco y nulos, que en cierto modo es otra forma de abstenerse o votar en contra, se registró el 4’29% del sufragio (2’88% de la población censada).

También es un dato significativo que de los 16 diputados de Alianza Popular, sólo 8 votaron a favor mientras 5 lo hicieron en contra y 3 se abstuvieron. Finalmente y tras ese resultado, el entonces Rey Juan Carlos I, en sesión solemne conjunta del Congreso y el Senado, sancionó, el 27 de diciembre de 1978, lo que dos tercios del censo electoral español había apoyado con su voto. No sé cuántos, de esos dos tercios, se habían leído el texto de esa Carta Magna que habría de “dirigir” los designios de nuestra querida España, pero eso no tiene mucho sentido ahora, cuarenta y tres años después de su aprobación. Invito a mis lectores a refrescar la memoria y compartir mis reflexiones con la lectura del artículo citado al principio y, si el tiempo libre de este puente lo permite, recuperando los enlaces que se citan.

¡Feliz Día de la Constitución!, desde la esperanza de que algo cambie lo antes posible, por el bien de España y de los españoles de bien, incluso de los que no lo son tanto.

Antonio De la Torre, licenciado en Geología, técnico y directivo de empresa. Analista de opinión

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