Artículo 36
Creo que España toda, tiene que hacerse mirar el servilismo gratuito que damos a personas sin escrúpulos y a estúpidos convulsivos como el “Pequeño Nicolás”, sirva éste de ejemplo.
Situaciones descontroladas donde agentes municipales o no, en coches oficiales o no, escoltan a un crío a Ribadeo para tirarse el pisto siendo esto noticia de portada de la prensa escrita y televisada. Haciéndose pasar la criatura, presuntamente, por un emisario de la Casa Real y portavoz de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santa María. Pero vamos a ver señores, ni para paje de los Reyes Magos. Si lleva chofer porque aún no tiene la edad de sacarse el carnet de conducir.
Yo pensé, porque estoy contaminado por la televisión, que se trataba de la estrategia de un zagal para ligar más y ser imprescindible en toda la fiesta friki del mundo pijo. Incluso llegué a pensar que sacaría rédito a su trastada llegando a ser personaje de todo tipo de programas de televisión: Supervivientes, La Isla de las Tentaciones, de tentador, claro. Las jóvenes concursantes ven interesantes a este tipo de tipos porque no les mueve el físico, se valoran más los bolsillos repletos que las tabletas en el abdomen y los tíos mediáticos como Nicolás más que a los de ojos azules con metro noventa y la sonrisa de Ricky Martin.
No quiero ni pensar si el señor Gómez Iglesias Francisco Nicolás, le da por subirse al avión de Plus Ultra (solo tienen uno) y acercarse a Venezuela a negociar con Maduro. ¡Humilla a Zapatero!
Creo que este Nicolás se ha reído de todo y de todos, que se ha puesto el mundo por montera y nosotros le hemos dado la vuelta al ruedo.
El fiscal le pide 7 años de cárcel y una multa de 81.000 euros. Vamos, ni que lo hubieran pillado en el “Madrid Central”.
Y yo me pregunto: ¿Y si las treinta monedas que le dieron a Judas eran para que pagara la Última Cena?
Manolo Royo, humorista www.manolo-royo.com