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Redondo Vs Rodríguez. La política como pelea de gallos

En los últimos tiempos está quedando demostrado, que las teorías de uno de los últimos pensadores que nos quedaban eran absolutamente acertadas.

Hace cuatro años nos dejó Zygmunt Bauman que profundizó en el estudio de lo que denominó “modernidad líquida” en los tiempos actuales,  basándose en los conceptos de fluidez, cambio, flexibilidad, o adaptación.

Lo líquido se va adueñando de todo, así de una sociedad líquida surgía una política líquida y de ella una gobernanza igualmente líquida.

Si sus teorías se han ido confirmando día a día desde su muerte, lo ocurrido en las últimas horas en nuestro país ha acabado por demostrarlas definitivamente.

Desde la mañana del miércoles 10 todo ha sucedido a una velocidad de vértigo, producto de la liquidez en la que estamos inmersos en la política actual.

Primero el sorpresivo anuncio de la moción de censura presentada por Cs y PSOE contra el gobierno murciano presidido por PP, condenada posteriormente al fracaso por la supuesta compra de voluntades de tres diputados de Cs.

Al mismo tiempo se abría la hipótesis de que fuera un movimiento de largo alcance, al que se sumarían otras en Castilla-León y probablemente en la joya de la corona, Madrid.

Todo parecía producto de la mente maquiavélica de un gurú de la política actual, Iván Redondo, que desde su atalaya de Moncloa teje y desteje a su antojo.

A partir de ahí los teléfonos arden en la calle Génova, porque eso podría traer como consecuencia la pérdida casi absoluta de su poder autonómico.

Después del descalabro en Catalunya, el desgaste del Bárcenasgate, la decisión de su marcha de su icónica sede y los rumores de crisis internas, auguraban el cuestionamiento del liderazgo de Pablo Casado.

Alguien en ese momento, probablemente el otro gurú en este caso de la derecha, Miguel Ángel Rodríguez, lanzaba su contraataque en forma de dimisión sorpresiva de Isabel Díaz Ayuso y por tanto convocatoria de nuevas elecciones en Madrid para el próximo 4 de Mayo. Queda para los historiadores venideros si informó previamente a su líder

Pelea de gallos al nuevo estilo de esa política líquida que vaticinaba Bauman.

La táctica se imponía a la estrategia, los intereses partidistas a los colectivos. Mientras, fuera el virus se frotaba las manos, sabiendo que mientras nos peleábamos entre nosotros le sacaríamos del punto de mira.

No importa la pandemia, tampoco la crisis económica en la que estamos inmersos, ni el sufrimiento de quienes la padecen, de los que luchan cuerpo a cuerpo contra ella, ni los sectores económicos arrasados, o los miles de puestos de trabajo destruidos y en peligro.

Sólo cálculos electorales, marketing, estudios demoscópicos. No se intuye ética para los no creyentes, ni moral para los que sí lo son, ni siquiera el mínimo escrúpulo a la hora de ejecutar sus ambiciones.

En esa política líquida  todo vale y a las crisis sanitaria, o económica se le une otra más profunda de valores.

Más despropósitos imposible que sumían a la ciudadanía en un mar de incertidumbre y perplejidad.

En medio de una terrible pandemia y de crisis económicas no toca. Lo que procedería es buscar consensos para afrontar los próximos meses, especialmente el puente de San José y Semana Santa, agilizar el proceso de vacunación y atender las demandas de los sanitarios, que mientras ellos jugaban al Monopoly se encontraban de huelga en defensa de sus derechos, precisamente en Madrid y Catalunya.

Pero no, Redondo y Rodríguez han decidido dedicarse a esta pelea de gallos y como consecuencia meternos a todos en ella.

¿Habrá elecciones o se debatirán las mociones? Los expertos se ponían en movimiento analizando leyes, reglamentos, sacando conclusiones diversas, en muchos casos contradictorias.

La decisión hace unas horas del TSJM, a pesar de los titulares interesados de algunos medios de comunicación, aún deja la pelota en el tejado ya que sólo desestima las medidas cautelarísimas solicitadas y tomará una decisión definitiva los próximos días. Más suspense.

El fracaso de PSOE y Cs con el movimiento fallido en Murcia, más el cierre de puertas en Castilla-León y Andalucía abren nuevas perspectivas.

¿Qué va a pasar a partir de ahora?

Si el TSJM al final acepta que la presentación de la mociones de censura prevalecen, con el grado de enfado de Cs (hay que escuchar y leer a Aguado o Garrido), lo probable saldrán adelante.

Incluso después del movimiento realizado por Carmena sin necesitar los votos de Mas Madrid y Podemos, ya que PSOE más Cs y los 4 de Carmena dan.

Eso podría permitir que el Aguado apesadumbrado de hoy, paradojas del destino, fuera el sustituto de una Ayuso para el desguace.

En el caso de que se impusiera la celebración de elecciones todo quedaría abierto.

Pero adelantemos una hipótesis, si el PSOE (Redondo-Sánchez) repite la jugada maestra  del “efecto Illa” de Catalunya y pone como cabeza de cartel a Margarita Robles, la ministra más valorada en estos momentos, ese “efecto Robles” podría dar la vuelta a las encuestas actuales.

Parece lógico que mientras no se decida si las hay o no, se haya apostado por la continuidad de Gabilondo, que haría un “Iceta” en el caso que se dé el visto bueno a las mismas.

La entrada en la jugada de Robles como mínimo obligaría a Ayuso y el PP a tener que recurrir a VOX, probablemente a un precio mucho más alto, sin descartar su exigencia de entrada en el gobierno.

Así de nuevo el efecto boomerang que ahora noquea a Cs y PSOE, volvería para hacerlo a Casado y Ayuso.

Quizás los únicos realmente informados de este entramado perverso están siendo Iván Redondo y MA Rodríguez, jugando una tétrica partida de ajedrez.

Todo el país en manos de dos advenedizos, que han convertido la política  en una pelea de gallos en un patio de colegio, en la que todo vale.

Pero lo sucedido hoy puede dar lugar a un nuevo escenario, si el movimiento de Cs no fuera puramente táctico sino que tuviera elementos estratégicos. Si su decisión fuera apoyar al gobierno a partir de ahora, los votos de ERC serían mucho menos imprescindibles.

Todo ello depende de que el próximo lunes, su líder Inés Arrimada es capaz de salir indemne del gatillazo murciano en su comité ejecutivo.

Demasiados sí condicionales.

Nuevos tiempos se abren en esta política líquida actual, aunque quizás el análisis que vale para hoy deje de ser útil apenas 24 h después como está ocurriendo en estos apenas 4 días.

Por ejemplo si la consecuencia de esa jugada provoca que  Cs se deshaga como un azucarillo en café caliente, provocando la desbandada de cargos hacia el PP.

La batalla en Madrid, judicial primero y electoral después, se prevé apasionante.

Por si acaso haría bien la izquierda en recuperar su sintonía, para evitar que la derecha y la extrema derecha se salgan con la suya.

Veremos.

José Luis Úriz Iglesias, ex parlamentario y concejal de PSN-PSOE.

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