- Andrés Valencia, profesor e historiador
Número 12
La Guerra de Sucesión española (1700- 1713) encumbró a los Borbones en España de la mano de Felipe de Anjou, delfín de Francia o lo que es lo mismo heredero a la corona francesa.
Tuvo que contentarse con solamente el trono español (Felipe V), a costa eso sí, de que el reino de España perdiera todas o la mayor parte de sus posesiones en el continente europeo.
Una de ellas, Gibraltar que, aún hoy sigue siendo una colonia británica en territorio español.
Unos años más tarde Felipe, quiso recuperar lo perdido y, así en el año 1717, en una de las posesiones perdidas, Cerdeña, comenzaría un episodio de reconquista, la de la isla de Cerdeña.
Cerdeña estaba en manos del imperio austriaco, en concreto del emperador Carlos VI. El caso es que en esos días se encontraba en Milán (Italia) el entonces inquisidor general de España José de Molines. Dicho inquisidor es detenido por las tropas austriacas,
A veces las guerras comienzan por episodios de este tipo. Una simple detención provoca una razón, un “casus belli”. En este caso provocó una declaración de guerra.
Desde el puerto de Barcelona, saldrá una gran armada, 100 buques entre barcos de guerra y de transporte. El 22 de agosto llega a Cerdeña y las tropas españolas desembarcan.
8500 soldados de infantería y 500 de caballería a las órdenes de Juan Francisco de Bette, marqués de Lede. En solo dos meses reconquistan la isla. La victoria es total.
Pero ¿Por qué hoy Cerdeña no es española, y sí, italiana? Eso ya es otra historia…