- Andrés Valencia, profesor e historiador
Número 11
Juana I de Navarra se convirtió en reina (1274 d. C.) a la temprana edad de 1 año tras la muerte de su padre Enrique I de Navarra.
Estamos en plena Edad Medía. Es habitual nombrar rápidamente a un rey, en este caso reina, para salvaguardar los intereses de un reino. E igual de rápido que se nombra a un rey, rápidamente, se le controla, mientras es menor de edad, para beneficio de quienes van a gobernar mientras el rey sea menor.
En este caso su madre, la francesa Blanca de Artois, que se convierte en su tutora legal. Desconocedora de las lides de gobierno, pronto va a pedir ayuda. ¿a quién? a su primo el entonces rey francés, Felipe el Atrevido que, ávido de controlar al reino navarro, pronto propondrá a uno de sus hijos como esposo de Juana, aunque este fallecería, poco tiempo después.
Felipe, lo tiene claro, y se coloca como administrador del reino. Hasta 1284, para poco después, el 15 de agosto de 1285, casarse con Juana I y convertirse con ello en rey también de Navarra y ella en reina de Francia.
El matrimonio tuvo tres hijos, Luis el Hutín, Felipe el Largo y Carlos el Calvo. Los tres, reyes de Navarra.