Las CCAA en las que gobierna el PP miran con enorme preocupación a las actuaciones del gobierno socialista-comunista de Pedro Sánchez.
Y es que no hay día que ese Gobierno no tome decisiones contrarias a los intereses de dichas comunidades. Son muchas ya. Cabe destacar de entre ellas, el no abono de la factura del IVA, por ejemplo.
Pero hay comunidades que no sólo dependen del dinero contante y sonante, sino que, también, dependen de un bien aún más importante. Es el agua. El agua que riega sus campos.
Unos campos que, lamentablemente, ya sufren la «huida» y la «despoblación», los bajos, bajísimos precios de sus productos agrícolas, y el problema del agua.
Ahora, por lo visto, el gobierno niega el trasvase de agua del Tajo al Segura, o lo que es lo mismo de una comunidad gobernada por el PSOE a una comunidad gobernada por el PP. Revanchismo puro y duro, sin ambages.
La solidaridad entre las regiones de España la establece su Constitución, pero el Gobierno haciendo caso omiso, destruye el concepto de unidad de España. Más bien es lo que lleva intentando desde hace tiempo.
¿Alguien se opone?
No lo parece.
