El dirigente de ETA Josu Ternera ve como la justicia francesa no tiene miramientos. Ve como va a estar en la cárcel un tiempo.
Ve como, pese a su grave enfermedad, no va a salir de la cárcel. Sabe que en Francia no le va a ocurrir como a su ex compañero Bolinaga aquí en España, en época de Rajoy, que fue excarcelado, sin ningún miramiento, causando con ello un gran dolor a sus víctimas.
El terrorismo de ETA sigue ahí, dormido, dejando pasar el tiempo, dejando que muchos de sus crímenes prescriban, como el del Guardia Civil Juan Carlos Beiro, del que ayer su viuda, con motivo de su homenaje en memoria del asesinato perpetrado por ETA, decía que el asesinato de su marido estaba a punto de prescribir.
Josu Ternera y muchos de los jefes que ha tenido ETA deberían ser obligados a hablar, no pueden quedar más de 300 asesinatos impunes.
El Gobierno de España debería aprender, hacer menos caso a los nacionalistas y tener mano dura, durísima, con quienes llevan años escondidos, callados, sin rebelar quienes fueron los verdugos. Lamentablemente, de las víctimas sabemos todo y piden justicia. ¿Cuándo la tendrán?