Bernardo M., detenido hoy por la Guardia Civil por su presunta implicación en el crimen de Laura Luelmo en El Campillo (Huelva), fue excarcelado en octubre tras cumplir un condena de veinte años por asesinato.
Fuentes de la investigación han indicado a Efe que el detenido, de unos 50 años, salió de la prisión de Huelva el pasado mes de octubre tras cumplir condena por el asesinato de una mujer de 81 años en 1995 en Cortegana (Huelva).
Los hechos ocurrieron el 13 de diciembre de 1995 cuando Bernando M.M. entró por la ventana en la vivienda de la víctima, Cecilia Fernández Díaz, a la que asestó varias puñaladas con un machete de grandes dimensiones en la región dorsal y el cuello, que le seccionaron la carótida y la yugular, causándole la muerte.
Dos años después fue declarado culpable y condenado a 20 años de prisión por el asesinato de la anciana, vecina suya en Cortegana y que iba a declarar contra él en un juicio por lesiones.
La defensa pidió la libre absolución del acusado aduciendo que se encontraba bajo los efectos del síndrome de abstinencia, por su adicción a la heroína y la cocaína, en el momento del suceso, circunstancia que fue tenida en cuenta como atenuante.
El detenido se encuentra en estos momentos en dependencias de la comandancia de la Guardia Civil de Huelva. EFE
Pie de foto
Efectivos de la UCO Guardia Civil custodian la casa número 1 de la calle Córdoba de El Campillo (Huelva), donde vive Bernardo M., que ha sido detenido por su presunta implicación en el crimen de Laura Luelmo.
O sea, este tipo entra a robar en una casa y apuñalan a la anciana que vive en ella. Como somos tan buenistas, aguarda el juicio en la calle, lo que aprovecha para asesinar a la anciana. Como somos los más buenos, le dan un permiso, durante el que trata de violar a una mujer. Y ya en el colmo de bondad, se le condena a 23 años de cárcel pero sale libre a los 17, tardando sólo dos meses en volver a asesinar. Luego el problema dicen que es el machismo, no las leyes buenistas, las condenas buenistas, los miles de derechos de los criminales o la nula integración de esta gente