La Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP) ha aprobado hoy una estrategia de actuación con el horizonte 2018-2024 con la que pretende convertirse en una especie de «lobby» y ser determinante en las políticas de la UE que tienen que ver con la cooperación transfronteriza
Zaragoza ha acogido hoy la reunión del XXXVI Consejo Plenario de la CTP, con la participación de representantes políticos de Andorra, País Vasco, Navarra, Cataluña, Nueva-Aquitania y Occitania, además de Aragón, Comunidad que ejerce la presidencia de este consorcio hasta finales de 2019, cuando Cataluña tomará el testigo.
Con la estrategia, la CTP, que nació hace 35 años, se reviste de una visión «renovada, consensuada y abierta», según ha dicho Marián Elorza, representante del Gobierno Vasco, y se convierte en un verdadero actor político en Europa, en un interlocutor con la UE en la defensa de los intereses comunes de los siete territorios.
Además, se ha firmado una declaración política en la que se reclama a la UE que incremente los fondos destinados a la cooperación transfronteriza. Y es que, según el presidente de Aragón, Javier Lambán, la dotación presupuestaria prevista en el nuevo Marco Financiero Plurianual no va a ser positiva para las regiones pirenaicas, que tendrán que emplearse en lograr mayores cuantías.
Especialmente habrá de hacerlo Cataluña durante su presidencia, porque no se prevé que el nuevo marco financiero esté resuelto antes de las elecciones europeas de mayo de 2019.
El secretario general de la CTP, Antonio Pascual, ha precisado que alrededor de 23 millones de personas son potenciales beneficiarias de los programas de cooperación que gestiona el consorcio.
La Estrategia Pirenaica se estructura en tres ejes: protección ambiental y adaptación al cambio climático; promoción de iniciativas y atractividad del territorio; y movilidad, conectividad y accesibilidad.
A ello se suma un eje transversal de gobernanza, capitalización y comunicación que quiere reforzar el papel de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos como grupo de influencia en el contexto europeo.
Dado el éxito que sus miembros aseguran que han tenido las acciones desarrolladas en el marco de la CTP, entre los principales objetivos de esta nueva etapa está convertirse en un referente de la cooperación transfronteriza.
Y eso a pesar de las dificultades orográficas de los territorios pirenaicos, que suman 650 kilómetros de frontera, con ocho en total, aunque solo el 10 por ciento de la población transfronteriza de Europa.
Los firmantes de los documentos han coincidido, además, en señalar el «momento clave» que vive Europa, con retos como el «brexit», el auge de algunos populismos o soberanismos intolerantes o, según ha precisado Lambán, la ruptura del propio contrato social que dio lugar a la Unión.
El representante de Nueva Aquitania, Mathieu Bergé, ha insistido por su parte en la necesidad ahora de «dar contenido» a la estrategia para, a su vez, «dar ambición» a este «territorio compartido», porque la UE hay que construirla «desde las fronteras».
Pero además, Marián Elorza ha incidido en que otra de las virtualidades de la CTP, además de conectar a instituciones, es que pone en relación a la sociedad y las personas de los territorios.
Habitantes que, según Pascale Péraldi, de Occitania, están llamados a participar y a dar voz a la estrategia, como ha sucedido en su región con la elaboración de un plan de la montaña que se dará a conocer en los próximos meses al resto de los miembros de la CTP.
Zaragoza, 13 nov (EFE).- La Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP) ha aprobado hoy una estrategia de actuación con el horizonte 2018-2024 con la que pretende convertirse en una especie de «lobby» y ser determinante en las políticas de la UE que tienen que ver con la cooperación transfronteriza.
Zaragoza ha acogido hoy la reunión del XXXVI Consejo Plenario de la CTP, con la participación de representantes políticos de Andorra, País Vasco, Navarra, Cataluña, Nueva-Aquitania y Occitania, además de Aragón, Comunidad que ejerce la presidencia de este consorcio hasta finales de 2019, cuando Cataluña tomará el testigo.
Nueva Aquitania, que ocupaba la presidencia antes que Aragón, avanzó el trabajo para la aprobación de la estrategia rubricada hoy, un documento que pretende servir para responder a los desafíos de estos territorios, como el acceso universal a los servicios públicos, la mitigación del cambio climático y el desarrollo económico.
Con la estrategia, la CTP, que nació hace 35 años, se reviste de una visión «renovada, consensuada y abierta», según ha dicho Marián Elorza, representante del Gobierno Vasco, y se convierte en un verdadero actor político en Europa, en un interlocutor con la UE en la defensa de los intereses comunes de los siete territorios.
Además, se ha firmado una declaración política en la que se reclama a la UE que incremente los fondos destinados a la cooperación transfronteriza. Y es que, según el presidente de Aragón, Javier Lambán, la dotación presupuestaria prevista en el nuevo Marco Financiero Plurianual no va a ser positiva para las regiones pirenaicas, que tendrán que emplearse en lograr mayores cuantías.
Especialmente habrá de hacerlo Cataluña durante su presidencia, porque no se prevé que el nuevo marco financiero esté resuelto antes de las elecciones europeas de mayo de 2019.
El secretario general de la CTP, Antonio Pascual, ha precisado que alrededor de 23 millones de personas son potenciales beneficiarias de los programas de cooperación que gestiona el consorcio.
La Estrategia Pirenaica se estructura en tres ejes: protección ambiental y adaptación al cambio climático; promoción de iniciativas y atractividad del territorio; y movilidad, conectividad y accesibilidad.
A ello se suma un eje transversal de gobernanza, capitalización y comunicación que quiere reforzar el papel de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos como grupo de influencia en el contexto europeo.
Dado el éxito que sus miembros aseguran que han tenido las acciones desarrolladas en el marco de la CTP, entre los principales objetivos de esta nueva etapa está convertirse en un referente de la cooperación transfronteriza.
Y eso a pesar de las dificultades orográficas de los territorios pirenaicos, que suman 650 kilómetros de frontera, con ocho en total, aunque solo el 10 por ciento de la población transfronteriza de Europa.
Los firmantes de los documentos han coincidido, además, en señalar el «momento clave» que vive Europa, con retos como el «brexit», el auge de algunos populismos o soberanismos intolerantes o, según ha precisado Lambán, la ruptura del propio contrato social que dio lugar a la Unión.
El representante de Nueva Aquitania, Mathieu Bergé, ha insistido por su parte en la necesidad ahora de «dar contenido» a la estrategia para, a su vez, «dar ambición» a este «territorio compartido», porque la UE hay que construirla «desde las fronteras».
Pero además, Marián Elorza ha incidido en que otra de las virtualidades de la CTP, además de conectar a instituciones, es que pone en relación a la sociedad y las personas de los territorios.
Habitantes que, según Pascale Péraldi, de Occitania, están llamados a participar y a dar voz a la estrategia, como ha sucedido en su región con la elaboración de un plan de la montaña que se dará a conocer en los próximos meses al resto de los miembros de la CTP.
Por su parte, la consejera navarra, Ana Olló, ha insistido en que la estrategia supone un «punto de inflexión» que coincide con un «momento clave» de la UE y que inaugura un camino que «no tiene vuelta atrás» en el reconocimiento mutuo de los diferentes territorios pirenaicos.
También ha intervenido la ministra de Asuntos Exteriores de Andorra, Maria Ubach, quien ha puesto de manifiesto que su Estado es «plenamente consciente» de la necesidad de trabajar de manera transversal y ha dicho que la estrategia será clave para elaborar la próxima programación de los fondos europeos.
Andorra, ha dicho, tienen el «claro interés» de incorporarse «de forma efectiva» a las políticas de la UE. EFE
