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Del Dr. No al Dr. Tampoco y lo que no me gusta, lo cambio

Del Dr. No al Dr. Tampoco y lo que no me gusta, lo cambio. Fantasmas en política y otras cosillas.

¿Terminó la semana trágica del “presidente por asalto” en compañía de cómplices políticos y colaboradores necesarios mediáticos? A la vista de la mediocridad del personaje, demostrada en sus primeros cien días de desgobierno, creo -y deseo- que no. Sólo se mueve por el postureo mediático ante las cámaras -mi vida por una foto-, sin un indicio de seriedad personal, profesional ni política.

En lo personal vimos, entre otras cosas, el abuso de los medios del Estado -helicóptero y Falcon- para capricho y disfrute, suyo y de su cónyuge -“cónyugue” dijo, si no recuerdo mal, ese dechado de la cultura de la ViceDixit y Pixie o alguno/a de sus compis de parecido nivel-, o el “fichaje” de Dª Begoña -“licenciada” sin licenciatura- como “directora de asuntos africanos” -tiembla África- del Instituto de Empresa, la prestigiosa Escuela de Negocios que espero no siga la senda de la Universidad Rey Juan Carlos, que lleva tiempo queriendo comprar, sin éxito con el Gobierno anterior, la sede de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales -SEPI-, en la madrileña calle de Velázquez ¿Habrá relación causa/efecto? ¡Por Dios, qué malpensado me estoy volviendo con la edad!

Tampoco en lo profesional destaca precisamente Pedro Sánchez. Recordemos que su trayectoria fuera de las carambolas políticas, concejal de Madrid por accidente -que lo llevó al consejo de Caja Madrid de las preferentes y las tarjetas black y a su hipoteca blanda-, diputado en el Congreso por igual motivo -en ambos casos corrió la lista y le tocó- y dos veces Secretario General del PSOE en un doble salto mortal con tirabuzón y medio –Eduardo Madina y Susana Díaz– sólo se le conoce un año de contrato como “profesor” con calzador en la Universidad Camilo José Cela -su amigo y padrino Pepiño Blanco le pidió el favor al entones rector Cortés Elvira (Secretario de Estado para el Deporte con Felipe González)-, precisamente la misma que le otorga el grado de doctor años después, tras su tesis fantasma, “participativa” y veloz -14 meses antes de su lectura el “doctorando” tuiteaba esto: “Tengo que escribir unas notas sobre diplomacia económica, ¿alguien puede aconsejarme literatura económica para leer? Gracias”-, en la que al final la única “investigación” novedosa va a ser si fue el 0’96 -que trató de justificar Moncloa-, el 13, el 21 o más del 30 % -creciendo- que dice la penúltima información al respecto de los distintos buscadores de plagio, uno de las cuales, Plagscan, aumenta el análisis de “coincidencia” que pretendió colar el vocero oficial de la Moncloa. Veremos si al final queda algo original en el texto. Prestigiosos economistas han dejado sus opiniones sobre la calidad de la tesis: Francisco Cabrillo: «No tiene el mínimo rigor académico que se exige a una tesis” o Manuel Conthe que la califica como: «superficial, banal e inane desde el punto de vista científico» y “exquisitamente neutra e incluso progubernamental” desde el político, y que es «comprensible que haya querido mantener su tesis en secreto…” aparte de, como dice Gay de Liábana, ser “Peligroso que quien maneja presupuestos de este nivel no sepa lo que es 1 billón” -un millón de millones, doce eros- ya que al referirse en “su” trabajo a un contrato de Airbus en Sevilla traduce así el “billion” americano -mil millones, nueve ceros-.

Recordemos que el asunto de la tesis de Pdr Snchz saltó de nuevo a la palestra durante la sesión de control al gobierno de la semana pasada, en la intervención de Albert Rivera, el que tomaba como referente al filósofo Manuel Kant, al que reconoció no haber leído en aquel debate preelectoral en la Universidad Carlos III con el podemita PabLenin Iglesias, el que confundía el nombre de la principal obra de este autor, “Crítica de la razón pura”, que citó como “Crónica…”, pese a que éste sí parece ser doctor en regla. Si yo fuera bien pensado, creería que Rivera era tan bueno y honrado -honesto corresponde a otro orden moral- que estaba dispuesto a sacrificarse en pos de la verdad al cuestionar la tesis del presidente, pero como no lo soy –“piensa mal y acertarás”, dice nuestro sabio refranero- pienso más bien que, una vez más, el líder naranja no valoró bien que no se podía volver contra él su “temeridad” de cuestionar el “doctorado” de Pdr Snchz. No tardó ni 24 en comprobarlo. Según publicaron enseguida algunos medios y replicaron de inmediato las redes sociales, el líder naranja “en 2015, era Licenciado en Derecho (2002), con dos másteres y un doctorado (2003)” -también de récord, como puede verse-, que se cae en el currículum que se publica en 2016, tras su llegada al Congreso y que se vuelve a corregir para dejarlo en Licenciado y Máster en Derecho, titulación conjunta -dicen- hace unos días. De momento, la rectora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Margarita Arboix, ha dicho que “Rivera no es un doctorando en Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona» en la que ni siquiera está matriculado.

Por último, en lo político, vimos cómo mintió para sacar adelante su moción de censura en base a la “convocatoria de elecciones que dieran estabilidad a España”, después de mentir desde que se le recuerda en el primer plano de la política española: “No pactaré ni con Podemos ni con Ciudadanos” (2015) -pactó con los dos- o “No  gobernaré con populismos y regionalismos…” (2018) -se apoyó en ellos para conseguir su sueño y el ansiado puesto vitalicio- y, entre ambas mentiras, docenas, para las que harían falta más de las 342 páginas de esa supuesta “tesis de copia y pega”. También lo que dio de sí esa centena, ya larga, de jornadas al frente del desgobierno español. Idas y vueltas, globos sonda, desmentidos de medidas y otra serie de despropósitos culminados por el mayor de ellos, el Decreto ley -innecesario e injustificado, al no ser un asunto urgente para la mayoría de los españoles- para la exhumación de los restos de Franco de su tumba en el Valle de los Caídos que, aparte del decreto, ya veremos qué y cuándo lo consigue, si se llega a ello ante la avalancha de irregularidades en que puedan incurrir y los recursos de familia, Iglesia y otros que podrían sobrevenir por ellas.

Pero todo eso ha pasado a un segundo plano tras la última faena del “matador” de la Moncloa en lo que la prensa de izquierdas califica como “gol por la escuadra al Partido Popular y -en menor medida, claro- a Ciudadanos” -que estos son más próximos-. Al más puro estilo bolivariano, si una norma no me gusta me la salto -ya lo dejó claro el fundador del Partido Siempre Opuesto a España, en su debut en el Congreso en 1910-, el contubernio del 1 de Junio apoyó la enmienda introducida el martes a última hora por el PSOE para el cambio de la Ley de Estabilidad Presupuestaria que le permita subir el techo de gasto, rechazado por el Congreso cuando lo presentó, incluyéndolo mediante un subterfugio “legal” en la reforma de la norma del Poder Judicial sobre la formación de los jueces para mejorar la lucha contra la violencia de género, ya en trámite final en el Congreso y así ahorrar tiempo, por si se le acaba su “reinado” y seguir pagando su hipoteca, para que el Senado no pueda bloquear la aprobación de los objetivos de déficit y deuda pública y, de paso, modificar el techo de gasto, que era el objetivo -comprar “clientes”, hablando claro-. El resultado es que se aprobó con el voto en contra del PP, Ciudadanos, Foro Asturias y UPN, “minoría en el Parlamento”, los definió el propio Sánchez, y la abstención de Nueva Canaria. Según el PSOE, una ley órganica tiene alcance para reformar otra ley orgánica y que, por tanto, es totalmente legítima”. Ya veremos lo que dan de sí los letrados de la Cámara y los recursos del PP y Ciudadanos.

Lo cierto es que Sánchez empezó su mandato clonando al asesor de Maduro y en poco más de cien días está demostrando que va “madurando” en sus políticas populistas totalitarias al más puro estilo dictatorial venezolano, como le debe ir indicando su socio preferente y “vicepresidente” económico y de comunicación in pectore.

Me permito sugerirle al tándem “vampiro” Sánchez/Iglesias y a toda su corte populista que ya que su objetivo es el recaudatorio y que su izquierda antisocial y animalista consiguió casi acabar con la natalidad en España y multiplicar notablemente el número de canes para los que se piden toda clase de derechos y prebendas sucesorias y que ensucian nuestras calles, que propongan un nuevo grupo de cotización y un impuesto canino, lo mismo que algunos han apuntado para los robots.

Y para que no faltara de nada en este comienzo de semana, el martes vivimos el esperpento de sesión de la comisión de investigación sobre la financiación irregular del PP, que esta vez nos devolvió al primer plano político a José Mª Aznar -un fantasma para algunos-, que se despachó a gusto con Gabriel Rufián -al que su apellido es fiel a su calaña- y PabLenin Iglesias -en este caso, apellido y personaje son antitéticos- al que habría que preguntarle de quién era la chaqueta que “lució” durante su actuación, que no otra cosa era el espectáculo, sino un show preparado al efecto. Al primero lo despachó con el calificativo de golpista y una breve clase de Historia para recordarle la intervención de su partido en el golpe de Estado de 1934 y su participación en el frente popular que acabó en el levantamiento militar de Julio de 1936, además de “aclararle” que sus compañeros presos lo estaban “por violencia, por golpistas y por querer romper el orden constitucional» y que a la vista de su capacidad para “memorizar listas de invitados, podría dedicarse a la organización de eventos”. Con el segundo fue aún más duro, como correspondía a alguien de mucho peor fondo que el payaso anterior y después de “felicitarlo” por haberse quedado “a gusto y esponjado” le afeó su falta de respeto hacia Eduardo Zaplana y le espetó con total contundencia y desprecio «Usted me parece un peligro para las libertades y la democracia en España, como demuestra todos los días» y que “su populismo, no me impresiona nada, pero tendría que ser más contenido y respetuoso después de haber recibido millones de Irán y Venezuela y tener compañeros que no dan de alta a trabajadores en la Seguridad Social o han tenido que devolver becas injustificadas».

Tuvo también su rifirrafe con un inane Rafael Simancas: «Mi partido no ha sido condenado por financiación irregular, el suyo sí», en alusión a los casos Filesa, Malesa y Time Sport y le dedicó una más a BILDU, que le preguntó por los sobres de Génova, 13: «Que me pregunte a mí por sobres, cuando no sabemos -la duda debió ser pura cortesía- si ustedes han sido beneficiados de extorsiones y secuestros. ¿Dónde iba ese dinero, a qué infraestructuras?»

A mi juicio, al Sr. Aznar sólo le faltó una pequeña autocrítica que hubiera acabado de tumbar a los matones de la izquierda, populista -Podemos-, separatista -Esquerra Republicana de Cataluña/ERC-u  oportunista -Ciudadanos-, reconociendo que “algo hemos debido de hacer muy mal en las últimas décadas para que personajes -gentuza, hubiera sido más ajustado a los dos primeros- como ustedes estén hoy sentados en sede parlamentaria”.

Bélgica sigue igual, tirando a peor, tras el caso del rapero Valtonic y alumbran nuevas dimisiones o ceses, tal vez en Defensa y Justicia, tras las “bombas amigas” de Arabia y el asunto que se investiga en la Audiencia Nacional sobre posibles pagos a Baltasar Garzón y la trama del comisario J.M. Villarejo.

Antonio de la Torre, licenciado en Geología, técnico y directivo de empresa. Analista de opinión

Artículo anterior La “Comisión de la Mentira”

 

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