
El Consejo de Ministros ha aprobado conceder a propuesta del presidente del Gobierno la Cruz de Plata de la Orden del Mérito Civil a Ignacio Echeverría, el «héroe del monopatín» fallecido en el atentado de Londres cuando intentaba ayudar a una mujer atacada por uno de los terroristas, mientras su familia espera a la autopsia para poder trasladar el cadáver a España.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha subrayado este reconocimiento como el «consuelo de un reconocimiento nacional» para Ignacio Echeverría, «un hombre de bien» «que tuvo la valentía de plantar cara a los terroristas» demostrando «altruismo», «nobleza» y «generosidad», y ha ponderado también la «entereza y grandeza moral» de la familia en los días transcurridos hasta el conocimiento de la muerte de Ignacio.
El miércoles, después de que las autoridades británicas confirmaran el fallecimiento de Echeverría, Mariano Rajoy solicitó al Ministerio de Asuntos Exteriores que tramitase la concesión a Echeverría de la Cruz de Plata de la Orden del Mérito Civil a título póstumo, la más alta condecoración del Estado para supuestos como este, que considera un «homenaje merecido» por su «acto heroico y ejemplar» el pasado sábado.
Se enfrentó a los tres terroristas a la vez
En el momento del atentado, en el que murieron otras siete personas, Ignacio Echeverría, nacido en Ferrol hace 39 años y criado en Las Rozas (Madrid), regresaba de patinar en un parque con dos amigos cuando vieron como un hombre apuñalaba a una mujer en el entorno de Borough Market, junto al puente de Londres.
Los amigos que acompañaban a Ignacio Echeverría el sábado pasado durante el atentado perpetrado en Londres han asegurado a la familia del español fallecido que llegó a enfrentarse a los tres terroristas a la vez antes de ser apuñalado.
Ignacio golpeó con su monopatín a los tres atacantes, que se protegían de los golpes, hasta que el español cayó de una puñalada, según el relato de uno de los amigos, Guillermo, que huyó del lugar cuando uno de los terroristas se dirigía hacia él. Echeverría, de 39 años, nacido en Ferrol y criado en Las Rozas (Madrid) fue la octava víctima mortal del atentado yihadista cometido en la capital británica.
Según ha contado su hermano Joaquín, este miércoles tuvieron un encuentro con los amigos que acompañaban a Ignacio en la tarde del pasado sábado. “Estaban hechos polvo y nos pedían perdón, y les hemos tranquilizado”.
Asimismo, los acompañantes de Ignacio explicaron a los familiares, “de primera mano y con más calma”, lo que sucedió en los momentos anteriores a su fallecimiento.
Según la versión de Guillermo, mientras iban en bicicleta, tras pasar la tarde patinando, vieron a lo lejos lo que “parecía una pelea y gente huyendo de ella”.
En ese momento un policía que acababa de llegar al lugar cayó herido tras ser agredido por los atacantes. Mientras tanto, “Ignacio ya estaba pegando con la tabla a los tres terroristas a la vez. Y ellos protegiéndose como podían. Al rato tiraron a Ignacio al suelo con una puñalada”, explica Joaquín Echeverría, siempre de acuerdo al relato del amigo de Ignacio. Este amigo, ha añadido Joaquín, tuvo que salir corriendo “porque un terrorista se dirigía hacia él”.
Tras varios días de búsqueda e incertidumbre sobre si murió en ese embate o si se encontraba entre los 48 heridos ingresados en diversos hospitales de Londres, el miércoles se confirmó que el joven era uno de los fallecidos en el atentado reivindicado por el Estado Islámico.
Los familiares de Ignacio Echeverría, tras hablar con el juez forense, pudieron velar su cadáver este jueves y finalmente no tendrán que esperar hasta el martes para la repatriación del cuerpo ya que el traslado del cuerpo podría adelantarse al sábado. NAVARRA INFORMACIÓN