Hoy día 3 de diciembre, se celebran aquí en Navarra, dos cosas, la festividad del santo y seña navarro, San Francisco Javier, festividad solemne para todo navarro “de pro” y otra de carácter más institucional que es el Día de Navarra, creado como tal en los años ochenta del pasado siglo al albor del estado autonómico y de la creación de la única comunidad que hay foral en España, como es la Navarra, en claro recuerdo, por cierto, de su pasado y presente normativo como son los Fueros navarros, o leyes, normas propias de esta tierra milenaria.
Pero resulta que hoy. el actual gobierno navarro intenta instituir a la vez que las celebraciones tradicionales, su día internacional del Euskera, Vascuence para los navarros; en un intento claro de disminuir la celebración que en esta tierra hay para su patrón y para su singularidad y peculiaridad. Ya el año pasado, anuló algunos de los actos como la celebrar en la localidad natal de San Francisco Javier, síntoma claro de su intento por “hacer de menos” al santo de los navarros, católico y patrono de las misiones.
Sectarismo e imposición, santo y seña de este gobierno. Todo aquello que no “comulga” con sus principios y fines nacionalistas excluyentes debe ser eliminado y todo aquello que pueda recordar a la Navarra foral y, encima, española, se obvia y se niega.
Los navarros no parece que vayan aceptar esta imposición. Hoy por todas las calles, localidades y ciudades de este Viejo Reyno, se respirará el amor por el ser navarro, ante los intentos de su desaparición por parte del nacionalismo vasco. Y eso el gobierno lo sabe.
