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El pasado martes, día 11 de octubre, falleció el notario navarro Javier Nagore, una de las personas más respetadas y conocidas en el ámbito humano, profesional, político y de «formación»
Bueno, con la sonrisa siempre presente y el intelecto, conocimiento y sabiduría al servicio de todos, siempre y cuando el fin ultimo fueran, en toda su integridad, Dios, la familia, el bien común, Navarra y España. Pudiendo variar el orden de estos factores, pero Dios siempre el primero.
Un gran navarro y español, carlista, montañero nato, intelectual que deja un gran legado histórico escrito en libros, discursos, declaraciones…
Javier Nagore Yárnoz, nació un 21 de enero de 1919, estudió Bachillerato en los hermanos Maristas de Pamplona y en Colegio de los Capuchinos de Lecároz desde 1929 hasta 1935.
Doctor en Derecho por la Universidad de Navarra. Notario desde 1944, fue miembro del Consejo de Estudios de Derecho Aragonés y presidente del Consejo de Estudios de Derecho Navarro, así como decano del Ilustre Colegio Notarial de Pamplona de 1960 a 1966. Representante del Derecho civil de Navarra en la Comisión General de Códigos. Asimismo, contribuyó con un reducido grupo de juristas a la redacción, reconocimiento y promulgación del Fuero Nuevo de Navarra y de ocho libros de “Comentarios” a sus leyes.
Además de su tesis doctoral sobre La Historia del Fuero Nuevo de Navarra, editada en 1994 por el Gobierno de Navarra, y de la obra Historia del Ilustre Colegio Notarial de Pamplona (1997).
En 1977 fue elegido Presidente del partido político “Alianza Foral Navarra” hasta el año 1979. Fiel a sus ideales fue Jefe Regional de la Comunión Tradicionalista Carlista en Navarra y también Consejero Nacional.
Con 90 años se dedicaba a estudios jurídicos e históricos; con bastantes publicaciones conocidas. Escribió varios libros sobre nuestra guerra, entre ellos mis recuerdos de aquellos años: En la Primera de Navarra. Memorias de un voluntario navarro de Radio Requeté de Campaña, uno de los primeros libros testimoniales que se escribieron de ella y que ha tenido ya varias reediciones.

En sus memorias, entre otras muchas vivencias, explica cómo fue voluntario del Tercio de Radio Requeté de Campaña en la Guerra Civil de 1936. Una guerra de la que hay y suenan recuerdos: «Recuerdo tras la toma de Ochandiano la impresión que me produjo ver las barbaridades que habían hecho en la Iglesia; más parecía un muladar. Fue precisamente a la salida Ochandiano cuando me hirieron por primera vez, el 10 de abril de 1937, en el cruce de carreteras Dima-Urquiola. Una granada de 15,5 explotó cerca y la onda expansiva me dejó sin conocimiento, con el oído izquierdo reventado, pero pude recuperarme rápido»
«La adaptación a la vida civil, terminada la guerra, fue rápida en los componentes de nuestra Sección. Casi todos volvimos a ser lo que éramos antes: estudiantes, obreros, funcionarios o labradores. Algunos, pocos, continuaron en el Ejército», explica en sus memorias.
Memoria de Javier Nagore publicado por la Fundación Ignacio Larramendi