Camioneros franceses ralentizaban esta mañana la circulación y bloqueaban puertos, refinerías y otros centros industriales por todo el país en el inicio de una nueva jornada de huelgas y manifestaciones contra la reforma laboral del Gobierno del presidente, François Hollande.
Cuatro sindicatos y tres organizaciones de estudiantes convocaron esta nueva serie de protestas, que va a tener continuidad a lo largo de la semana hasta el jueves, con paros convocados en los trenes y en el control aéreo.
Al margen de la protesta de los camioneros -que se quejan en particular de que la reforma laboral disminuirá la retribución de sus horas extraordinarias-, también habrá nuevas manifestaciones, como la que está convocada para esta tarde en París.
A las 8.00 hora local (6.00 GMT) de hoy el Centro Nacional de Información Vial (CNIR) constataba diversas operaciones «caracol» de camiones que ralentizan la circulación en puntos estratégicos de la red como en Vitrolles (cerca de Marsella), Rennes, Caen, Nantes o Saint Omer (cerca del puerto de Calais).
Algunos accesos al puerto de Saint Nazaire (oeste) estaban bloqueados, al igual que las entradas a la refinería de Donges que está allí.
En Le Havre (noroeste), al cierre de muchas carreteras por los camioneros se sumaba la movilización de estibadores del puerto.
En Burdeos, desde la madrugada se han producido diversas acciones en el mercado mayorista de Cestas o en el complejo petrolero de Perguilhen.
El principal sindicato organizador, la Confederación General del Trabajo (CGT), ha convocado asimismo para mañana un paro en la compañía ferroviaria SNCF.
Y el jueves, la convocatoria de los controladores aéreos puede afectar a un gran número de pasajeros.
El presidente francés, François Hollande, afirmó hoy que «no (va) a ceder» y que la ley de reforma laboral se aprobará, y justificó su contenido en que es resultado de «un compromiso» con «los sindicatos reformistas». EFE
