Isabella Amaral padece obesidad mórbida, una discapacidad grave originada por el tipo de masa muscular
Los médicos creen que no existe forma de trasladarla a un hospital
Lleva tumbada en la misma cama 6 meses
Isabella Amaral vive en Rosario y lleva seis meses postrada en una cama, en su casa de Rosario, esperando una ayuda que no llega. Necesita, y pide, que la trasladen a un hospital para realizarse un tratamiento integral, aunque ninguna ambulancia quiere llevarla. «Me estoy muriendo y nadie hace nada», confesó.
Hasta el año 2009, cuando murió su padre, Isabella logró convivir con la gordura. Por entonces, pesaba 130 kilos, estudiaba, trabajaba y le dedicaba algunas horas a la actividad física.
Lo hacía para «combatir la herencia familiar. Siempre fui gorda. Abandoné la escuela por la discriminación que sufrí. Retomé los estudios de grande para poder ser alguien en esta vida. Eso hoy parece imposible», explicaba al diario Clarín.
El único deseo de Isabella es ser trasladada a un hospital. Sin embargo, su caso ha sido abandonado por la Seguridad Social de Santa Fe y las ayudas económicas llegan a cuentagotas. Aunque recibe la visita de médicos y especialistas, esto no parece suficiente. “Todos vienen, firman, sacan fotos y se van. Pasan los meses y empeoro día a día” explicaba ella.
Sin embargo, no parece que la situación vaya a cambiar por el momento: los especialistas se excusan en que no hay forma posible de trasladarla hasta el hospital.