El Manchester United culminó su fracaso, cayó en Alemania incapaz de alcanzar, si quiera, los octavos de final de la Liga de Campeones que amarraron, como campeones de grupo, su propio verdugo, el Wolfsburgo, junto el Atlético de Madrid y el Manchester City en una jornada festiva para el Real Madrid (8-0 al Malmoe), con Cristiano Ronaldo como goleador estelar.
El Atlético de Madrid parecía que tenía embolsada la victoria cuando se vio encerrado en el mismo campo y la misma área en la que vivió el drama de la final de la Champions con el inesperado gol de Mitroglou. El tanto del Benfica le hizo pasar ese mal trago y la evocación de ese amargo recuerdo. Tuvo que aguantar durante 15 minutos el peso de la historia del Benfica y la corriente eléctrica que se generó en las gradas del estadio Da Luz. Aguantó bien y alcanzó ese primer puesto que, de momento le pueden cruzar con la Juve, PSG o PSV. En cambio, ha evitado al Bayern, al City y al Wolfsburgo.
El Sevilla, por su parte, se traslada a la Liga Europa. Pudo con el Juventus en el Sánchez Pizjuán y defenderá esa corona continental conquistada en las dos últimas temporadas tras un paso efímero por el principal torneo europeo.