
El yihadismo y el islam radical, sombras para la Túnez post transición
Las autoridades tunecinas han detenido a 32 militantes islamistas, algunos de los cuales participaron en combates en Siria, según informa Reuters. Según la Policía, los detenidos estaban planeando una serie de ataques terroristas en el país.
Según el secretario de prensa del Ministerio del Interior de Túnez, Mohamed Ali Arui, los atentados estaban previstos en estaciones de ferrocarril, cerca de comisarías de Policía y en edificios residenciales.
Hace dos años, hombres armados quisieron interferir en el proceso de transición política en Túnez e inclinar la revolución hacia el marasmo de caos y violencia que sacude hoy a países vecinos.
Se apostaron frente al domicilio del diputado de izquierdas, opositor en tiempos de la dictadura y defensor de los derechos humanos Choukri Belaid y le acribillaron a balazos cuando salía a trabajar.
Su destino ni siquiera le sorprendió: el propio Belaid, que criticaba con dureza la deriva conservadora del partido islamista An Nahda y denunciaba sin tapujos el peligro que el Islam radical suponía para el triunfo del alzamiento contra la tiranía de Ben Ali, era consciente de que esta vez las amenazas de muerte eran serias.
Dos años después, con la transición política concluida y los islamistas moderados de An Nahda en el Gobierno, aún no se sabe quien asesinó a Belaid ni quien hizo lo propio seis meses después con Mohamad Brahimi, otro izquierdista panarabista acribillado a balazos por desconocidos.
Pero la amenaza islamista radical de la que ambos advirtieron sigue vigente, alimentada por la crisis económica y social y la debilidad de las fronteras que delimitan este pequeño país del norte del Mediterráneo.
Uno de los efectos más negativos de los procesos de cambio en el norte de Africa ha sido la apertura de un pasillo entre Mali, Argelia, Túnez, Libia y Egipto por el que transitan con casi plena libertad grupos yihadistas afines a Al Qaeda y el Estado Islámico (EI), soldados de fortuna fanatizados, jóvenes tan radicalizados como desorientados, ulemas retrógrados y traficantes de drogas, armas y personas.