Al menos 35 supuestos talibanes insurgentes han muerto y cinco soldados han resultado heridos en un bombardeo y en dos enfrentamientos terrestres en las últimas horas en el noroeste de Pakistán, informaron fuentes oficiales.
La oficina de relaciones públicas del Ejército paquistaní (ISPR) ha indicado en un comunicado que 23 «terroristas» murieron a última hora del viernes en una serie de ataques aéreos en el área de Datta Khel en la zona tribal de Waziristan del Norte, en una operación en la que un almacén de armas fue destruido.
Otros 12 insurgentes han fallecido en dos ataques en torno a la medianoche contra puestos de control militares en las zonas de Shindara y Khanzana en el área tribal de Orakzai, dijo a Efe un portavoz del Gobierno local, Samandar Ali.
De acuerdo con la fuente, las fuerzas de seguridad repelieron los ataques y cinco de sus efectivos resultaron heridos.
El Ejército paquistaní ha intensificado las operaciones contra los insurgentes después de que un grupo talibán provocara una masacre en Peshawar, donde mató a 132 niños y doce profesores tras entrar en un colegio lanzando granadas y disparando clase por clase a mediados de mes.
El TTP, el principal grupo talibán del país, ha reivindicado el ataque y lo ha justificado como respuesta a la operación militar «Zarb-e Azb» (Afilado y cortante) que comenzó en junio en Waziristán del Norte y en octubre se extendió a Khyber, en la que han muerto más de 1.100 insurgentes según fuentes oficiales.
El primer ministro, Nawas Sarhif, ha levantado la moratoria vigente desde 2008 sobre la pena capital tras el sangriento ataque en la escuela y desde entonces seis personas han sido ejecutadas.
