Al menos cuarenta miembros del grupo radical Estado Islámico (EI) han muerto entre ayer y hoy en choques y bombardeos en el enclave kurdo sirio de Kobani y en la provincia de Deir al Zur, en el noreste de Siria.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que al menos dieciocho yihadistas perdieron la vida en combates contra las Unidades de Protección del Pueblo, milicias kurdo sirias, en Kobani, en la provincia de Alepo (norte). Los kurdos han avanzado en las últimas horas por el interior de la ciudad, donde han recuperado el control de varios edificios en las inmediaciones del Ayuntamiento y de un complejo gubernamental de seguridad, en el este.
Los aviones de la coalición internacional, encabezada por Estados Unidos, lanzaron al menos cinco ataques contra posiciones de los radicales. Mientras, en Deir al Zur, al menos veintidós integrantes del EI fallecieron durante la jornada de ayer. Seis de ellos eran miembros de la «policía religiosa» del grupo extremista -entre ellos dos saudíes y un tunecino-, que fallecieron por la explosión de un artefacto en el vehículo en que se trasladaban por la población de Al Bukamal, fronteriza con Irak.
Otros trece yihadistas, la mayoría extranjeros, perecieron por los bombardeos de la aviación del régimen de Bachar al Asad contra el área de Hueiqa Sakr en las afueras de la ciudad de Deir al Zur, capital de la provincia homónima.
Asimismo, tres combatientes del EI murieron por los ataques aéreos de la coalición internacional contra un puesto de control del EI en Al Bukamal. El EI proclamó a finales de junio un califato en Irak y Siria, donde ha tomado amplias partes del territorio.
