El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ordenó ayer el cese del teniente coronel Antonio Tejero Díaz como jefe del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) número 1 de la Guardia Civil, con sede en Valdemoro (Madrid) por celebrar en el interior del cuartel el 33º aniversario del intento golpista que lideró su padre.
El pasado 18 de febrero, solo cinco días antes del 33º aniversario del golpe de Estado del 23-F, celebró ese aniversario en el acuartelamiento donde mandaba el hijo del militar golpista. El acto consistió en una paella y una exhibición de material y vehículos de la unidad, en cuya preparación participaron agentes de servicio.
Entre los asistentes al homenaje a los golpistas figuraban el padre del jefe de la unidad, el ex teniente coronel Antonio Tejero Molina y acusado de torturas por la juez argentina que investiga los crímenes del franquismo.
En la escueta nota que ha difundido Interior se justifica el cese del teniente coronel alegando que “en días pasados, mantuvo un almuerzo no autorizado en su acuartelamiento de Valdemoro (Madrid) con diversas personas implicadas en el intento de golpe de Estado del 23-F”.
Antonio Tejero Molina, de 81 años, obtuvo la libertad condicional en diciembre de 1996, tras pasar poco más de 15 años en prisión, de los 30 a los que fue condenado por mantener secuestrado al Congreso de los Diputados y al Gobierno a punta de pistola durante casi 16 horas en la noche del 23 al 24 de febrero de 1981.
El ex capitán Jesús Muñecas, de 77 años, fue el guardia civil que se dirigió a los diputados para anunciarles la llegada de la “autoridad competente, militar por supuesto, que dirá lo que va a pasar”. Más allá de su participación en el 23-F, Muñecas está acusado de torturas por la juez argentina María Servini.
Ramón Tejero, hijo del ex teniente coronel condenado por el 23-F y hermano de Antonio Tejero, cesado de su cargo en la Guardia Civil, ha dicho que lo que se celebró «fue una comida de amistad» y que «no se celebró el 23-F». «El cese de mi hermano lo atribuyo a una falta de vergüenza del director general de la Guardia Civil y del ministro del Interior», ha dicho Ramón Tejero, que ejerce de párroco en Mijas-Costa (Málaga).
