Los presidentes de Eritrea, Egipto y Somalia han acordado la creación de un comité tripartito conjunto integrado por los Ministros de Asuntos Exteriores de sus respectivos países, con el objetivo de impulsar la cooperación estratégica en diversas áreas. Este acuerdo ha sido alcanzado durante una reunión celebrada ayer, 10 de octubre, en Asmara, capital de Eritrea. El presidente eritreo, Isaias Afwerki, recibió a su homólogo egipcio, Abdel Fattah El-Sisi, y al presidente de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, en un encuentro destinado a fortalecer los lazos diplomáticos y económicos entre las tres naciones.
Según la declaración conjunta emitida tras la cumbre, los líderes de los tres países han subrayado la importancia de adherirse a los principios fundamentales del Derecho Internacional, subrayando el respeto absoluto a la soberanía, independencia e integridad territorial de los países de la región. Además se han comprometido a fortalecer la cooperación y coordinación para mejorar la capacidad institucional del Estado somalí, con el objetivo de hacer frente a los desafíos tanto internos como externos. Asimismo, han acordado apoyar al Ejército Nacional Somalí en su lucha contra el terrorismo en todas sus formas, protegiendo su territorio y sus fronteras marítimas.
Una formulación dirigida a Etiopía, que firmó un acuerdo con la región separatista somalí de Somalilandia el 1 de enero de este año. Según este acuerdo, a cambio de la concesión de una base naval y un tramo de costa, Somalilandia recibe de Etiopía el reconocimiento como Estado autónomo separado del resto de Somalia. Hasta ahora ningún Estado ha reconocido la independencia de Somalilandia. Mogadiscio reaccionó a este acuerdo reforzando las relaciones con Turquía ( véase Fides 22/2/2024) y lanzando una alianza estratégica con Egipto (véase 30/8/2024), que ahora se amplía a Eritrea, otro adversario histórico de Etiopía. Al margen de la reunión, los presidentes de Somalia y Egipto han emitido también una declaración conjunta, en la que reafirman su apoyo a la unidad, la independencia, la integridad y la soberanía de Somalia sobre todo su territorio y rechazan las medidas unilaterales que amenazan la unidad y la soberanía del Estado.
Además de la situación en Somalia, la cumbre de Asmara ha abordado las cuestiones de la crisis en Sudán y sus repercusiones regionales; la seguridad y la cooperación entre los Estados ribereños del Mar Rojo y Bab al-Mandab; y el establecimiento de mecanismos de coordinación entre los tres países.
Todas estas cuestiones son cruciales para los tres Estados, pero sobre todo para Egipto, que debe, por una parte, defender la navegación hacia y desde el Canal de Suez, fuente de importantes ingresos para sus arcas, y, por otra, impedir que Etiopía ejerza el control sobre el flujo de las aguas del Nilo a través de la famosa presa sobre el Nilo Azul (Gran Presa del Renacimiento Etíope).
Por ello, El Cairo también se muestra activo en la guerra civil sudanesa, donde apoya a las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF), dirigidas por el general Abdel Fattah al-Burhan, contra las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) de Mohamed Hamdan Dagalo (Hemeti). Este último acusó a la aviación egipcia de bombardear algunas de sus unidades cerca de la capital, Jartum. Las acusaciones, no verificadas, fueron rechazadas por El Cairo. Pero la guerra civil sudanesa ve la participación directa e indirecta de varias potencias. El Cuerno de África corre el riesgo de verse afectado por tensiones tanto locales (entre Somalia, Eritrea y Etiopía), como regionales (guerra en Sudán, rivalidad entre Etiopía y Egipto) y de Oriente Medio (participación de los houtis de Yemen en la guerra contra Israel).AGENZIA FIDES