Entrevista al Director para las Relaciones del Gobierno con la Iglesia: así apoyamos a las escuelas y parroquias católicas en Indonesia
por Paolo Affatato
En la oficina donde recibe a sus invitados, en el piso 12 del imponente edificio del Ministerio de Asuntos Religiosos, en el centro de Yakarta, el director Suparman – un funcionario católico de 58 años al frente de la Dirección General de Orientación de la Comunidad Católica – se suele sentar en un sillón situado entre dos figuras que garantizan la máxima protección desde arriba: la estatua del Sagrado Corazón de Jesús y la del Sagrado Corazón de María. No estamos en una basílica, sino en una oficina gubernamental de un ministerio indonesio. Esta nación del sudeste asiático no es una teocracia ni siquiera un estado secular, sino, como les gusta decir a los indonesios, “un punto intermedio”. La visita del Papa Francisco a Indonesia (3-6 de septiembre) implica a la dirección del Ministerio que coordina los servicios para los fieles que participarán en la misa que presidirá el Papa en el estadio Gelora Bung Karno el 5 de septiembre. En su oficina de Yakarta, el director Suparman (como ocurre en numerosos casos, el nombre indonesio se compone de un solo nombre, que no distingue nombre y apellido) respondió a las preguntas de la Agencia Fides.
¿Cuál es el estatus de la Iglesia católica en Indonesia y cuál es su papel en la sociedad indonesia?
La Iglesia católica en Indonesia tiene un estatus reconocido y respetado como parte integral de la sociedad pluralista de Indonesia. El Estado, a través de distintos decretos, reconoce a la Iglesia Católica y sus entidades como “entes jurídicos religiosos” y este estatus representa una garantía para su actividad. La Dirección General para la Orientación de la comunidad católica del Ministerio de Asuntos Religiosos está concebida como un servicio gubernamental para los ciudadanos católicos y constituye – junto con las otras cinco Direcciones dedicadas a las religiones reconocidas por el Estado – una manifestación del compromiso del gobierno indonesio de apoyar a todas las comunidades religiosas en el país. Hoy podemos decir que la Iglesia Católica juega un papel sumamente significativo en el desarrollo de la nación, especialmente en el campo de la educación, la salud y los servicios sociales. Y participa activamente por el bien común de toda la población indonesia, organizando programas e iniciativas destinados a mejorar el bienestar de las personas independientemente de su pertenencia religiosa.
¿Tienen datos oficiales sobre cuántos católicos hay en Indonesia, según el censo del gobierno?
Según el último censo gubernamental de 2020, el número de católicos en Indonesia asciende a aproximadamente 8,5 millones de fieles. Estos datos muestran que los católicos son una minoría bastante grande en la sociedad indonesia, que es predominantemente musulmana. Datos más recientes facilitados al Ministerio por la Conferencia Episcopal de Indonesia (KWI) indican que, en las 34 provincias de la nación, el número total de fieles es superior y alcanza los 10,5 millones. Me gustaría señalar que los ciudadanos católicos gozan de buena reputación en toda Indonesia.
¿Cómo ve el gobierno indonesio el compromiso de la comunidad católica en el ámbito educativo?
El gobierno indonesio valora muy positivamente el compromiso de la comunidad católica en el ámbito de la educación, un sector crucial para el futuro de la nación. Las instituciones educativas católicas son conocidas por la alta calidad de la educación y por su importante contribución al desarrollo intelectual de las nuevas generaciones. Hay miles de instituciones educativas católicas reconocidas oficialmente por el Estado, desde la escuela primaria hasta la secundaria, repartidas en varias regiones de Indonesia. Están las organizadas por entidades privadas, como diócesis, congregaciones, asociaciones, que cuentan con licencia del Ministerio de Educación; y son muchas las gestionadas y organizadas directamente por nuestra Dirección, en este Ministerio. Son nuestros “institutos católicos estatales” (fórmula que, en la visión indonesia, no es contradictoria). Hay 62 escuelas primarias organizadas por el Ministerio de la Religión con 217 profesores y 1.460 estudiantes. En educación secundaria, nuestra Dirección General administra y brinda asistencia a 46 liceos católicos con 654 educadores y docentes y 5.809 estudiantes. Hay 24 instituciones católicas de educación superior con 333 profesores y 6.009 estudiantes. Todas ellas son escuelas católicas gestionadas y atendidas por el Estado, en estrecha coordinación y plena colaboración con los obispos católicos. El proceso de creación de una escuela católica parte siempre de las necesidades de la población, muchas veces en zonas remotas, de las que la Conferencia Episcopal Católica informa al Ministerio. En las escuelas privadas, las tasas escolares para las familias son bastante altas. Por esta razón el gobierno se hace cargo de esta necesidad, creando una escuela pública y cubriendo los salarios del personal y de la organización, con costes más bajos para las familias. El 20% del presupuesto de nuestro Ministerio se dedica a la educación y el gobierno establece escuelas públicas de bajo coste para las familias. Cabe señalar que todo esto también sucede para las demás Direcciones del Ministerio, el sistema es el mismo, es decir, también existen escuelas públicas para otras religiones.
¿Cómo valora la implicación de la Iglesia católica en el diálogo interreligioso y su contribución a la armonía y la convivencia entre las distintas religiones en Indonesia?
La Iglesia católica participa activa y constructivamente en el diálogo interreligioso en Indonesia. Debo decir que la Iglesia católica muchas veces es en un puente para crear entendimiento y cooperación entre comunidades a través de diversos foros de diálogo y actividades sociales que implican a distintos grupos religiosos. Se trata de un trabajo constante que involucra a todos los actores, al Estado y a las comunidades religiosas. Cada comunidad religiosa tiene sus “fundamentalistas”, seguidores que pueden tener una interpretación “radical” de sus creencias. La palabra “radical” puede ser positiva, en el sentido de volver a las raíces, pero cuando pensamos en “radicales” en general nos referimos a aquellos grupos que promueven la intolerancia y utilizan la violencia. El Ministerio de Asuntos Religiosos trabaja en estrecha colaboración con otros ministerios y otras instituciones religiosas para contrarrestar a los grupos radicales. Nuestra acción se expresa, sobre todo, en el campo de la prevención, como un enfoque de todo el gobierno y de las comunidades de fe. El Ministerio de Asuntos Religiosos tiene un programa estratégico básico para garantizar y promover la “moderación religiosa” en Indonesia. Se trata de una perspectiva y una actitud que se practican en la sociedad indonesia que es pionera de la armonía entre los creyentes.
Señor Suparman, ¿cómo trabaja la dirección que usted dirige, especialmente, con las solicitudes de construcción de nuevas iglesias católicas?
A nuestra Dirección llegan las solicitudes para la construcción de nuevas iglesias católicas. También en este ámbito la prioridad son las zonas remotas. En Java o en las zonas urbanas hay fieles católicos que apoyan financieramente la construcción, mientras que, en las zonas más remotas, solo el gobierno, con sus propios fondos, puede garantizar la construcción. Pero no solo pensamos en el edificio, sino también en el apoyo general a la vida comunitaria. Por ejemplo, este año hemos proporcionado 42 motocicletas a catequistas en zonas como el norte de Sumatra, las islas Mentawai (Sumatra occidental), en Papúa o el este de Nusa Tenggara. O, gracias a la colaboración con el Ministerio de Asuntos Sociales, hemos suministrado Biblias en braille para ciegos a 37 diócesis. Un caso especial es el de la nueva capital de Indonesia, Nusantara, en construcción. Allí nos ocupamos del proyecto y de la construcción de la basílica catedral, que estará dedicada a San Francisco Javier y que comenzará a construirse el próximo otoño. Será una iglesia con rostro indonesio, es decir, reflejará el estilo arquitectónico de la cultura local. Nos aseguramos de que se cumplan todos los requisitos administrativos y reglamentarios necesarios antes de otorgar el permiso.
¿Qué sucede cuando surgen obstáculos o problemas entre la población local que se opone a la construcción de una iglesia?
Cuando puede haber problemas de diversa índole, el Ministerio moviliza sus recursos. Actualmente tenemos alrededor de 20 casos en los que estamos analizando el proceso administrativo y, a veces, eso ralentiza el proceso. Ya se han resuelto cinco casos y los documentos para la construcción están listos. En términos generales, cuando se detectan problemas en las comunidades locales (son casos realmente raros y aislados), tratamos de comprender los hechos y encontrarnos con la gente. A veces, son personas o grupos islámicos que vienen del extranjero quienes plantean los problemas. El camino es buscar siempre una solución pacífica, reuniendo a líderes e instituciones islámicas como Muhammadiyah y Nahdlatul Ulama, líderes católicos, autoridades civiles y asociaciones locales. El secreto para llegar a una solución es trabajar en red y llegar a un enfoque comunitario, con la aprobación de un foro interreligioso. Existe un reglamento marco para la construcción de una iglesia católica, elaborado y aprobado por el gobierno de acuerdo con la Conferencia Episcopal. En cada situación, protegemos la legalidad del estatus de la Iglesia Católica. El gobierno brinda su protección institucional y todas las garantías legales. Este enfoque nos permite superar los problemas. AGENZIA FIDES