Peregrinación por la beatificación de Akash Bashir. A. FIDES
«La vida del Siervo de Dios Akash Bashir brilla como una inspiración y un rayo de luz en Pakistán y en el mundo afligido por el terrorismo y los disturbios», dice a la Agencia Fides el P. Lazar Aslam OFMCap, sacerdote franciscano capuchino que sirve en Lahore.
Durante el mes de mayo, la comunidad católica de la archidiócesis ha intensificado la oración por Akash Bashir, el primer Siervo de Dios de la historia de Pakistán. Y ante su tumba se realiza una ferviente peregrinación, especialmente de jóvenes pakistaníes: «Su fe en Dios le motivó a proteger y servir a su comunidad, y le llevó a realizar un gesto de extremo altruismo frente a un terrorista suicida», recuerda el fraile.
Akash Bashir nació en Pakistán el 22 de junio de 1994 en el seno de una familia humilde y estudió en el Instituto Técnico «Don Bosco» de Lahore. Llevaba una vida sencilla, tenía sueños para su futuro, vivía con su familia, tenía amigos en la escuela en el trabajo, disfrutaba con los deportes y la oración formaba parte de su vida. El 15 de marzo de 2015, un domingo por la mañana, un terrorista suicida intentó entrar en la iglesia de San Juan de Youhanabad, un barrio cristiano de Lahore, que en ese momento contaba con más de mil fieles que asistían a misa en su interior. Al darse cuenta de la situación, Akash no dudó en sacrificarse para impedir que el terrorista causara una masacre en la iglesia. El 15 de marzo de 2022, séptimo aniversario de su muerte, la Iglesia de Lahore abrió la fase diocesana del proceso canónico para proclamar su martirio.
El padre Aslam recuerda: «Jesús enseñó que la forma más elevada de amor es dar la vida por los amigos, y su acto de abnegación reflejaba estas enseñanzas. La última frase de Akash, ‘Moriré, pero no te dejaré entrar’, expresa perfectamente su valor y devoción». «Su historia es un poderoso testimonio del poder transformador de la fe, la resistencia y el sacrificio. Ofrece esperanza e inspiración a los cristianos de Pakistán y de otros países. Su vida nos recuerda que debemos encarnar una fe inquebrantable y mantenernos firmes ante la adversidad. Su extraordinario viaje sigue guiando e iluminando a nuestra comunidad».
Según el P. Nobal Lal, director de la comunidad salesiana de Pakistán, la experiencia profunda de la espiritualidad salesiana derivada del «Sistema Preventivo» de Don Bosco «tuvo un impacto profundo y personal en la formación humana y espiritual de Akash. Le llevó a desarrollar una profunda comprensión y amistad con Cristo. A menudo se detenía para un momento de oración en la gruta del patio de la iglesia católica de San Juan en Youhanabad antes de comenzar su servicio. Los tres principios fundamentales de la espiritualidad salesiana -el sistema preventivo, la educación holística y el amor a Dios- tuvieron una influencia significativa en el desarrollo de su fe, y fueron pilares importantes a la hora de determinar su camino», señala.
«Durante este mes de mayo, dedicamos nuestras oraciones fervientes a la beatificación del Siervo de Dios Akash Bashir, quien fue alumno de Don Bosco», informa el Padre Pierluigi Cameroni, Postulador General de los Salesianos. El Postulador destaca: «Para los cristianos de Youhanabad, para la Iglesia de Dios en Pakistán y para toda la Familia Salesiana, Akash es precisamente eso: un faro, un ejemplo a seguir, gracias a su profunda fe. Muchos acuden a su tumba para rezar y solicitar su intercesión».
«Se había comprometido a vivir como un ciudadano honrado y un buen cristiano, como deseaba Don Bosco, y se había convertido en voluntario de seguridad en su iglesia parroquial, en un momento en que la situación en Pakistán era preocupante con el riesgo de atentados suicidas contra lugares religiosos», recuerda el padre Cameroni. «Este joven exalumno salesiano, el primer pakistaní en su camino hacia los altares, representa a todos los cristianos y a todos los jóvenes valientes y orgullosos de su fe», concluye. AGENZIA FIDES
