La Unión Europea anunciaba ayer que no va a renovar el contrato con la farmacéutica hacedora de la vacuna anti coronavirus de la marca AstraZeneca.
¿A alguien le extraña? Esta compañía ha hecho su agosto con la venta de dicha vacuna. Sí, pero ha incumplido plazos de entrega, ha vendido al mejor postor incumpliendo contratos firmados y, quizá, lo más importante su vacuna no ha mostrado seguridad plena.
Hasta aquí todo lo que se viene oyendo en la mayor parte de los medios de comunicación. Pero, seguramente, habría que aplicar estos hechos a la mayor parte de las empresas suministradoras de estas vacunas, que son unas cuantas. Hoy la pandemia del coronavirus solo ha mostrado cómo uno puede hacerse rico comerciando con la salud de las personas.
Los gobiernos, por otro lado, deberían asumir sus responsabilidades. ¿Cuántas falsedades han vertido sobre el coronavirus? ¿Siguen haciéndolo? no hay más que ver que hace unos meses había que imponer un estado de alarma; hoy con situaciones aún no normales a nivel epidémico, ya no hace falta un estado de alarma, sí 17 maneras diferentes de gestionar una misma situación y sí impedir la libertad de movimiento a los ciudadanos, la que no se podía sin estado de alarma.
Más no importa, se dicen, la gente a obedecer (con multa incluida) y nosotros a seguir mandando.