Nieves Ciprés
A escasos días del nuevo 2021, un balance semanal que bien podría ser anual. Continuamos en estado de alarma, el segundo. Desde la toma de posición de Sánchez, en enero, este ha sido el sistema socialista-comunista, el modus operandi del gobierno, decretazos y leyes sin consenso, ni atención al rechazo del pueblo. Véase Eutanasia o Educación, con la Ley Celáa.
Pero en diciembre, una nueva: el inicio de la vacunación contra el coronavirus en la que mucho ha tenido que ver la Unión Europea y la que Sánchez y su gobierno han convertido en una campaña para hablar del “principio del fin” de la pandemia.
Vacuna, por otra parte, que llega cuando se advierte de nuevas variantes del virus que parecen tener más virulencia que las conocidas, mientras se nos advierte de que la pandemia del coronavirus no será la última de este tipo de crisis. O sea, que se atisba más gobierno en estado de alarma. Un camino largo y tortuoso se espera en el horizonte.
Y el año, la semana, cierra en lo económico con los presupuestos. Con una subida de impuestos masiva y preocupante que la amparan en el coronavirus.
Todavía no sabemos cuántos puestos de trabajo se van a destruir, ni si España entrará en recesión y ya estamos sufriendo la presión fiscal. Es la máxima de gobiernos de izquierda, de Chivite o Sánchez, gasto en desmesura y aumento de impuestos. Y esto, en tiempos de crisis, es insoportable para el ciudadano de clase media o autónomos.
Mientras, de encuestas vive el ciudadano. Ganan unos, pierden otros… Peros sin noticia de nuevas elecciones.
En Navarra, los resultados del Navarrómetro, sin cambios, raro, pero sin cambios. 1200 navarros han participado, una pequeña muestra que permite tener en cuenta el resultado o, cuando menos, hablar de ello.
No obstante, la encuesta se realizó en los primeros días de septiembre, antes del decreto de Sánchez de un segundo estado de alarma de seis meses, consumado “a pies juntillas” por Chivite; antes de las drásticas medidas tomadas como el cierre de la Hostelería de Navarra o limitación comercial y antes de la repercusión y movilización en España y Navarra en contra de la Ley Celáa.
Como novedad, PSN recogería un escaño de Geroa Bai. En cualquier caso, todas las fuerzas políticas minoritarias, de nuevo, contra una sola, Navarra Suma. Y en las actuales circunstancias, lejos está que el partido socialista deje de gobernar con Podemos, I-E, Geroa Bai y gracias a Bildu.
Sea como fuere, el apoyo de PSN en manos de Maite Esporrín en Pamplona bien podría atisbar una luz en el camino del futuro de Navarra. Pero “largo me lo fiais, amigo Sancho” cuando Chivite sigue en el Gobierno “plural y progresista”, no cesa a su consejero nacionalista Ayerdi, tras la causa abierta por malversación y prevaricación de caudales públicos a la empresa Davalor y continúa la línea ideológica nacionalista.
Nieves Ciprés, periodista
