De buena noticia, aunque entre comillas, pudiera calificarse el apoyo del PSN a los Presupuestos de Pamplona, localidad gobernada por la coalición Navarra Suma.
Buena noticia porque esta ciudad va a tener unos presupuestos ajenos al mundo de Bildu y compañía y le va a permitir terminar la legislatura, si nada se tuerce. Beneficiándose Pamplona de unas buenas cuentas sin subida masiva de impuestos ni ideología nacionalista, como único objetivo, por medio.
Y entre comillas porque, quien los firma, gobierna Navarra con precisamente aquellos que niegan a Pamplona y quieren que desaparezca Navarra como entidad diferenciada.
Paradoja enorme del socialismo, en unos sitios con unos y en otros con otros. Y sin despeinarse.
Seguimos, por tanto, jugando a dos bandas. El caso es estar ahí. Es de imaginar que habrá gustado más al PSN esta firma. Pero el PSN se encuentra atado. Atado a los acuerdos de su jefe Sánchez, que gobierna con amigos de asesinos, que gobierna con separatistas y comunistas y que, aquí, en Navarra, que gobiernan gracias al nacionalismo y a Bildu, ¿tiene que «hacer de tripas corazón»?.
Pero oye, órdenes son órdenes.