La denuncia del grupo municipal de la coalición Navarra Suma en el Ayuntamiento de Pamplona llevada a cabo en el Debate sobre el Estado de la Ciudad, sobre la situación encontrada en dicho Ayuntamiento tras la marcha de Bildu y demás del equipo de gobierno y su consiguiente llegada, no ha hecho más que constatar un hecho que los ciudadanos de Pamplona ya sabían.
Un hecho que no era otro que el constante despilfarro hacia las Arcas públicas, al intentar por todos los medios habidos y por haber, imponer un idioma, el «euskera», en la vida diaria de los pamploneses.
Amen, claro está, y, según Navarra Suma, de actuaciones que no pudieran calificarse de legales en el día a día municipal.
La denuncia a la judicatura, por tanto, debería haberse producido ya. No queda otra que la depuración de responsabilidades. ¿Las habrá? La duda ofende.