Central térmica de Staudinger en Grosskrotzenburg, Alemania.EFE/ Armando Babani/Archivo
Expertos en el sector energético creen que la factura eléctrica debe reflejar más el coste de la electricidad, pero sin abandonar los costes fijos que deben permitir que se hagan inversiones y garantiza la sostenibilidad del sistema, si se quiere avanzar en la descarbonización de la economía
En la jornada «Señales económicas para la descarbonización de la economía», el secretario de Estado de Energía en funciones , José Domínguez Abascal, ha explicado que para que España consiga el objetivo de reducción de emisiones que se ha marcado es necesario avanzar en la electrificación.
Para ello, el Gobierno tiene intención de convocar «cuanto antes» subastas de renovables a unos precios que permitan abaratar la energía y reducir la factura de la luz para empresas y ciudadanos.
Ha recordado que «desafortunadamente» hay unos cargos que provienen del pasado, como los 7.000 millones al año por las primas a las renovables o los 3.000 millones procedentes de los déficit de tarifa del pasado, que son una deuda que tiene el país y que hay que pagar, y que se ha convenido que se haga a través del sistema eléctrico.
El secretario de Estado ha dicho que hay quien propugna que lo que se incluya en la factura sea el precio de la electricidad y que no se impute nada al término fijo o de potencia, una fórmula que ha dicho que fomentaría el consumo, el autoconsumo y la recarga rápida en la calle, pero que dificultaría pagar las redes para avanzar en la electrificación, por lo que considera que es necesario un equilibrio.
Por su parte, la vicepresidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), María Fernández, ha indicación que las señales económicas vienen del funcionamiento del mercado eléctrico y también de la distribución de la parte regulada de la factura -los peajes, que desde este año fija su organismo, y los cargos, competencia del Gobierno-.
Ha indicado que hay que analizar bien cómo se pagan los costes regulados eléctrico y cómo se distribuyen los costes de las redes eléctricas, que entre la alta tensión y la distribución, suman alrededor de 7.000 millones de euros, pues su reparto va a ser un elemento esencial para contribuir a la descarbonización.
Según Fernández, hay una tendencia a que la parte regulada de la tarifa de la electricidad (peajes y cargos) vaya siendo cada vez más competitiva.
Ha explicado la CNMC, en su propuesta de peajes, moderniza para los pequeños consumidores (unos 28 millones de puntos de suministro en España), la tarificación, con la introducción de seis periodos horarios.
También ha señalado que si todo se imputara al término variable de la factura, se iría la competitividad, pues en España el millón de consumidores electrointensivos (empresas con gran consumo) que hay consume la mitad de toda la electricidad.
El director general de la asociación APPA Renovables, José María González Moya, cree que los peajes y cargos tienen que reflejar más la descarbonización y que hay margen para sacar parte del coste fijo al variable, mientras que el experto en energía de la OCU, Javier Arranz, cree que hay que eliminar algunos cargos de la factura, como los costes extrapeninsulares de la electricidad, que se deberían sufragar en su totalidad a través de los Presupuestos.
Arranz ha defendido también reducir el término fijo de la factura eléctrica, pero sin que desaparezca.
Por su parte, Jorge Sanz, que presidió la comisión de expertos para la Transición Energética, que elaboró un informe por encargo del Ministerio que dirigía Álvaro Nadal, ha considerado un error, como propone algún partido político, encarecer el término de energía en la factura eléctrica, pues ni reduce el consumo ni favorece la descarbonización, pues la electricidad tiene sustitutos, como el gas y los derivados del petróleo.
Además, ha dicho que penalizando el consumo no se hace más justicia social, pues no es verdad que consuma más luz el que más dinero tiene.
Durante la jornada, también se ha hablado del papel de la fiscalidad para avanzar hacia la descarbonización y, en este sentido, Javier Arranz ha defendido una rebaja del IVA que soporta la electricidad, del 21 % y uno de los más altos de Europa, y ha animado a aplicar tipos reducidos o a explorar vías intermedias, como están haciendo otros países.
Jorge Sanz ha discrepado sobre esa reducción del IVA, pues tendría que ser el mismo para todos los sectores energéticos y no sólo para la electricidad, y ha recordado que la comisión de expertos que presidió propuso sustituir todos los actuales impuestos sobre la energía y sustituirlos por ambientales. EFE
