El PSOE empieza su campaña electoral con mal pie, uniéndose, una vez más, con Bildu.
El caso es que la líder del PSN en el Ayuntamiento de Pamplona, señora Esporrin. Acaba de ser nombrada «a dedo» vicepresidenta de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP), gracias al apoyo explícito de Bildu y, además, sin tipo de remordimiento, como quien no quiere la cosa. Y tras haber cedido la presidencia del mismo organismo al candidato «independiente» de Bildu, apoyándolo y retirando candidatura.
A Pedro Sánchez, sinceramente, poco le importa. Como a muchos socialistas que hoy, cómodamente, ya, se encuentran «chupando» poder, da igual cómo hayan llegado. Por las buenas, contando con el apoyo de partidos democráticos, o por las malas, con el apoyo de los «amigos» de los asesinos de ETA o de los amigos de los detenidos agresores de Alsasua. Si, aquellos que dieron las palizas a dos guardias civiles y a sus novias.
Quién ha visto y quién ve al PSOE, antes damnificados y amigos de las víctimas de la barbarie y, hoy, amigos de los nacionalistas que homenajean a etarras.
Deplorable y condenable.