
La vida del palacio situado en la Plaza de la Lealtad, 1, en pleno centro de Madrid, se animó con los primeros atisbos del capitalismo popular de los años 70, 80 y 90, al albur del auge de las privatizaciones de las empresas públicas.
Se trata del único edificio bursátil europeo, que continúa cumpliendo la función de lugar de encuentro financiero, tal y como fue creado y como se puede contemplar si se recorren las estancias de este emblemático edificio.