Cuando un consejero de un gobierno autonómico se explaya en anunciar “a los cuatro vientos” las bondades de una gestión que ha tenido “más sombras que luces”, no debe extrañar que la oposición a dicho Gobierno y a su gestión “salga en tromba” criticando la “complacencia” de dicho consejero.
Cuando quedan pocos meses para el comienzo de procesos electorales que pueden cambiar el panorama político de una comunidad, la clase política se dedica a inaugurar, se dedica a proclamar sus bondades en la gestión, Cuando se leen las declaraciones de unos y de otros, las versiones difieren notablemente.
Es el caso de la consejera de Justicia e Interior del Gobierno de Navarra, señora Beaumont, que en declaraciones llevadas a cabo ayer, proclamaba, utilizando meros datos estadísticos, todo lo que había hecho su Departamento en estos tres últimos años, olvidando, por ejemplo, que una Ley, llamada de policías, había tenido que irse a dormir en un cajón, por la manifiesta oposición de todos los colectivos, olvidando que no se puede intentar reestructurar un servició de atención al ciudadano, eliminando, precisamente, eso, servicios.
Los ciudadanos deberán juzgar su actuación en unas elecciones. Una actuación que, a juicio de muchos, tiene “más sombras que luces”