El candidato a la presidencia del PP, Pablo Casado, ha sido increpado en su visita al Casco Viejo de Pamplona, donde junto a compañeros del partido en Navarra ha paseado para promocionar su candidatura, aunque al ser reconocido ha sido objeto de insultos y también de algún aplauso
Acompañado de la presidenta del PPN, Ana Beltrán, y de otros cargos de la formación en Navarra, Casado había citado a los periodistas en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona, un lugar por donde en sanfermines pasan numerosos viandantes y que a primera hora de la tarde se encontraba muy concurrida.
Al advertir su presencia, y poco después de saludar a algunas personas que le han saludado cordialmente, muchos de los congregados ha comenzado a gritar «Fuera», «Txakurra» (perro) o «Altsasukoak askatu» («Libertad para los de Alsasua», en referencia a los jóvenes condenados por agredir a dos guardias civiles y sus parejas), un contínuo griterío que ha dificultado el encuentro con los medios y que ha llegado a tener tensos momentos.
También se han podido escuchar algunos gritos de apoyo, si bien mientras hacía declaraciones a los periodistas un desconocido ha lanzado sobre él líquido, que ha llegado a mancharle la camisa.
Al respecto, Casado ha afeado que los sanfermines «tenían que ser una fiesta para reivindicar una tierra como Navarra y Pamplona, pero vemos que aquí algunos batasunos y algunos intolerantes quieren quitarnos la libertad y no dejarnos hablar».
«Si soy presidente del Partido Popular voy a poner absoluta prioridad para que los proetarras y los batasunos no nos impidan hablar, no nos impidan garantizar las libertades y los derechos democráticos de todos los navarros», ha señalado.
También ha defendido «la permanencia de Navarra tal y como es durante cinco siglos, una parte imprescindible de España» y que contrasta con lo que desean «algunos violentos que ahora nos están abucheando y amenazando, que quieren que Navarra sea un anexo del País Vasco».
«Pero además del peor País Vasco, del de los borrokas, de los batasunos y de los intolerantes que aquí nos insultan y nos gritan solo por defender la foralidad, la Constitución y la España democrática», ha advertido el candidato a la presidencia del PP.
También se ha referido a la reunión que esta tarde mantendrán el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y del de la Generalitat, Quim Torra, para asegurar que «el procés independentista de Cataluña está teniendo mucho que ver con lo que pasa de forma más silenciosa en Navarra».
Por ello, ha abogado por «recuperar el espacio electoral y la dignidad para Navarra, para el País Vasco en su vertiente abertzale y también para Cataluña», y ha añadido que hay que «reforzar la unidad de España sin complejos, sin contemplaciones, sin diálogo con estos intolerantes que nos insultan solo por venir a Pamplona a San Fermín».
«Voy a poner todo lo que esté de mi parte para acabar con esta sociedad fragmentada, que unos están haciendo y otros están consintiendo», ha incidido Casado mientras continuaba el griterío de las personas que se han ido congregando.
«Este es el ejemplo de que en España hay que debatir de ideas, que nuestro partido se juega sus principios y valores, no estamos hablando simplemente de gestión», ha señalado para defender realizar ese debate en el PP.
También ha intervenido la presidenta del PPN, Ana Beltran, quien ha agradecido la visita de Casado «a pesar de los intolerantes de siempre», y de quien ha recordado que en Navarra fue quien más apoyos tuvo en la primera fase de las elecciones internas del PP.
«En el PP de Navarra deseamos tener un presidente que sea firme en la defensa de los principios ideológicos y en los valores de siempre del PP, unos valores que tenemos que recuperar con firmeza, con valentía y sin complejos», ha valorado Beltrán, a quien han acompañado otros miembros del partido como los senadores José Cruz Pérez Lapazarán y Cristina Sanz, o la exdelegada del Gobierno en Navarra, Carmen Alba.
Finalizadas sus declaraciones, el grupo ha dejado la Plaza Consistorial entre la curiosidad de los viandantes, de entre quienes se han seguido escuchando algunas imprecaciones pero también saludos al grito de «presidente».
También, una vez en la Plaza del Castillo, Casado se ha tomado fotografías con simpatizantes del partido que se lo han pedido, si bien su plan inicial de pararse en algún bar para compartir el vermú se ha suspendido y el grupo ha finalizado el paseo en la cercana sede del PP de Navarra. EFE