El Gobierno griego respira hoy aliviado por haber podido cerrar el tercer rescate, tras una sesión maratoniana del Eurogrupo que concluyó con un acuerdo que permitirá al país financiarse por sus propios medios, pero le mantendrá bajo la estrecha vigilancia de los acreedores.
«Ha sido un acuerdo histórico para la deuda. Ha sido un acuerdo que ha ido más allá de lo que esperaban los mercados», afirmó hoy el primer ministro, Alexis Tsipras, al informar al presidente griego, Prokopis Pavlópulos, de los resultados.
Tsipras subrayó que gracias a la extensión de los plazos de amortización de los préstamos, la deuda se ha hecho sostenible.
Recalcó, no obstante, que el haber cerrado el tercer rescate no implica que Grecia pueda «abandonar el camino de las reformas y de la gestión prudente», pero significa que abandona «el camino espinoso de la austeridad».
Los compromisos están definidos, pero de ahora en adelante los Gobiernos griegos «tendrán la libertad de elegir qué políticas aplican para conseguir estos objetivos», añadió. EFE