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A partir del esta semana, y hasta el 31 de octubre, la Policía Foral vuelve a reforzar la vigilancia del Camino de Santiago a su paso por Navarra, con el fin de garantizar tanto la seguridad objetiva como subjetiva de los miles de peregrinos que lo transitan estos meses. Participan en este servicio especial agentes adscritos a Seguridad Ciudadana y a la Brigada de Protección Medioambiental, que patrullarán a pie y en vehículo -moto y todo terreno- otras zonas aledañas a las tres rutas del Camino, como las áreas de descanso y los albergues próximos. Entre las funciones a realizar destaca la información que se proporcionará mediante entrevista a todos los responsables de cada albergue, con el fin de asesorarles sobre medidas preventivas y establecer un canal de comunicación para resolver posibles incidencias relacionadas con la seguridad ciudadana.
Desde la comisaría de Pamplona se controlarán 46 albergues y 63 zonas de la “ruta francesa”, agentes de Elizondo lo harán en 7 albergues y 15 zonas de la “ruta baztanesa”, de Sangüesa en 4 y 9 respectivamente de la “francesa” y desde la comisaría de Tudela se incidirá en 23 y 36, incluida la GR-99 o “ruta del Ebro”.
Balance campaña 2017.
En la campaña del año pasado se completaron 1.452 horas de patrullaje por diversos puntos del Camino y se mantuvieron tres entrevistas con los responsables de cada albergue para recalcar las medidas de seguridad con el fin de que las trasladaran a sus moradores. Las incidencias más importantes en las que participó la Policía Foral fueron la búsqueda de peregrinos perdidos, el auxilio y atención de otros sucesos por distintos problemas y las tareas informativas y divulgativas.
En cuanto a la actividad delincuencial destaca la tendencia a la baja de delitos contra el patrimonio como hurtos y robos, así como de agresiones y abusos sexuales que en pasadas campañas se produjeron y generaron cierta alarma social en algunos tramos del Camino, donde también se recogieron denuncias por exhibicionismo. Asimismo las patrullas observaron deficiencias en la señalización, básicamente por deterioro, que se comunicaron al órgano correspondiente para su subsanación.
