Polonia e Israel abogaron hoy por el diálogo ante el polémico proyecto de ley impulsado por Varsovia que contempla penas de cárcel por el uso del término «campos de exterminio polacos», una iniciativa en la que está en juego, según ambas partes, la «verdad histórica» sobre el Holocausto.
Los primeros ministros de los dos países, Mateusz Morawiecki y Benjamin Netanyahu, abordaron el asunto en una conversación telefónica anoche y acordaron establecer contactos inmediatos tras el cruce de declaraciones públicas durante el fin de semana.
Morawiecki insistió hoy en el mensaje que ha trasladad a Netanyahu: «Polonia fue atacada y ocupada durante la II Guerra Mundial, por lo que no hay duda de que los polacos no fueron de ningún modo responsables del Holocausto».