El jefe del Estado italiano Sergio Mattarella promulgó hoy la nueva ley electoral pese a la petición a no hacerlo de algunos partidos como el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), que la consideran «ilegítima» e «inconstitucional».
La promulgación de la nueva y controvertida ley electoral figura entre los actos firmados este viernes por el presidente de la República y para su entrada en vigor definitiva únicamente falta su publicación en la Gaceta Oficial del Estado.
Así, Mattarella finalmente no ha aceptado la invitación de algunos partidos políticos a que no firmara la ley, aprobada el pasado 26 de octubre por el Parlamento y que deberá regular las próximas elecciones generales, a partir de febrero de 2018.
Su controvertida aprobación se produjo gracias al acuerdo entre formaciones como el gubernamental Partido Demócrata (PD, centroizquierda), las conservadoras Alianza Popular (AP) y «Forza Italia» (FI) y la ultraderechista Liga Norte (LN).
Pero con la férrea oposición de diversos partidos como el M5S, que lidera la mayoría de las encuestas y que cuenta con más de 120 legisladores, entre senadores y diputados.
El partido fundado por Beppe Grillo considera que el texto, entre otras cosas, ha sido ideado por esas formaciones para beneficiar a las coaliciones y perjudicar sus aspiraciones de Gobierno, ya que ellos siempre han asegurado que concurrirán en solitario.
Por esa razón, tras la aprobación en el Parlamento, en el que protestaron, la última opción del M5S era solicitar al jefe del Estado que no firmara la ley electoral y, para ello, publicaron una carta abierta.
En ella el partido alega una serie de razones «exclusivamente técnicas» que hacen que la nueva ley electoral un compendio de «errores formales y sustanciales» que, advierten, «podrían tener un efecto explosivo en la democracia y las instituciones» del país.
También critican «el acto de violencia institucional» con el que se aprobó la ley en el Parlamento, como si fuera una votación de confianza al Gobierno, lo que acelera su tramitación eliminando el debate y la posibilidad de presentar enmiendas a los artículos.
«En ausencia de su intervención, se corre el riesgo de que el próximo Parlamento también sea elegido con una ley que la Corte Constitucional podría declarar ilegítima», señalan, en alusión al sistema electoral actual, con dos leyes -una para el Senado y otra en la Cámara de los Diputados- declaradas en parte inconstitucionales.
Zanjan la misiva dirigiéndose a Mattarella como «la única concreta posibilidad de evitar una catástrofe institucional».
El nuevo sistema electoral, denominado «Rosatellum bis», propone un método mixto en el que el 36 % de los escaños de la Cámara Baja y Alta serán asignados con un sistema mayoritario basado en circunscripciones uninominales y el 64 % de forma proporcional.
Eentre otros aspectos, establece un umbral electoral del 3 % de votos para que los partidos puedan acceder a las cámaras y del 10 % en caso de que vayan agrupados en coaliciones.
Además prevé la posibilidad de crear coaliciones pero sin la necesidad de presentarse unidas o con el mismo candidato, pues basta una «declaración de alianza» y las listas vinculadas que no lleguen al 3 % pero superen el 1 % podrán sumar sus votos al grupo. EFE
