El veredicto ha sido alcanzado este domingo por unanimidad
Un jurado popular declaró ayer culpable por unanimidad a Sergio Morate, el único sospechoso del asesinato de su exnovia de 26 años, Marina Okarynska, y de la amiga de esta, Laura del Hoyo, de 24, en Cuenca el 6 de agosto de 2015. El juicio se celebró la semana pasada en la Audiencia Provincial, donde declararon decenas de testigos, familiares, policías y peritos. La Fiscalía pide para el acusado 48 años de cárcel. El juicio ha quedado visto para sentencia.
El jurado, compuesto por siete hombres y una mujer, con una media de edad de 45 años, entiende que, quien era el único sospechoso del doble crimen, es culpable. Aunque no se encontraron restos de las víctimas ni en su vivienda —donde presuntamente las mató asfixiándolas— ni en los coches que utilizaba —donde presumiblemente trasladó sus cuerpos para enterrarlas— eran numerosas las pruebas contra él. Algunas de ellas muy determinantes, como la botella de agua de Lourdes, idéntica a las que guardaba su madre en su casa, y que fue hallada en el lugar donde encontraron semienterrados en cal viva los cuerpos de las chicas, una poza en el nacimiento del río Huécar, en el municipio de Palomera, donde Morate pasó las vacaciones desde su infancia.
A lo largo de la semana pasada, la Audiencia Provincial de Cuenca acogió seis intensas sesiones de un juicio muy esperado en el que decenas de testimonios y pruebas periciales se pusieron a disposición del jurado. Morate se mantuvo impasible. Se acogió a su derecho a no declarar y renunció al de la última palabra.