El director del Programa sobre Terrorismo Global en el Real Instituto Elcano, Fernando Reinares, destacó hoy la experiencia de la Unión Europea (UE) en la lucha contra la radicalización y calificó de «fundamental» poner en común las estrategias existentes.
Durante la presentación en Bruselas del proyecto de investigación MINDb4ACT, sobre prevención de la radicalización, Reinares señaló que, si bien la mayor parte de procesos de captación de terroristas se producen en el ámbito local, es necesario compartir a nivel europeo los instrumentos que han funcionado hasta el momento.
Este propósito será uno de los objetivos del proyecto que, con financiación europea y durante los próximos tres años, reunirá a un consorcio de expertos en investigación y de cuerpos de seguridad de diez Estados miembros de la UE.
España estará representada por investigadores del Real Instituto Elcano y agentes de la Policía Municipal de Madrid y de la Guardia Civil española.
Reinares consideró que los atentados de Londres en el verano de 2005 marcaron el momento en el que la lucha contra la radicalización se introdujo en la agenda política a nivel europeo.
Esto se debe, según el experto, a que los individuos que actuaron en Londres habían nacido y crecido en el Reino Unido, mientras que los ataques en Estados Unidos en 2001 y en Madrid en 2004 fueron llevados a cabo por extranjeros que entraron en esos países a cometer los atentados.
Lo mismo, recordó, sucedió en los recientes atentados de Barcelona y Cambrils: nueve de los diez miembros que componían la célula terrorista nacieron y se criaron en Cataluña.
«Formaban parte de proyectos de socialización, practicaban deportes y estaban en grupos juveniles», recordó Reinares. «La integración social y la radicalización terrorista son fenómenos compatibles».
El problema, para Reinares, se sitúa más en la «acomodación social y cultural» y en una serie de «tensiones identitarias» que en la falta de integración de estos individuos.
Un estudio realizado por el propio Reinares y la investigadora Carola García-Calvo, en el que se analizaba a 178 personas detenidas en España entre 2013 y 2016 por actividades relacionadas con el terrorismo yihadista, constató que tres cuartas partes de ellas estaban expuestas a influencia salafista y que al menos un amigo, vecino o familiar ya se había radicalizado.
«Hay un esfuerzo permanente por parte de comunidades salafistas por marginalizar a sus propios miembros para evitar que interactúen de forma cotidiana con personas de su edad», alertó Reinares.
Para lidiar con estos procesos de radicalización, que suceden mayoritariamente en el ámbito local, Reinares consideró necesario involucrar a entidades que tradicionalmente no forman parte de la lucha contra la radicalización.
Eso incluye «desde maestros de escuela hasta personal de hospitales y otras víctimas del terrorismo, que puedan contribuir a generar una narrativa que inhiba la inclinación de personas jóvenes vulnerables a iniciarse en la radicalización», expuso Reinares.
Durante el acto, el embajador permanente de España ante la UE, Pablo García-Berdoy, apostó también por el trabajo a nivel europeo y señaló que hay «pocos departamentos tan activos en la Comisión Europea como el de Justicia e Interior».
«Tristemente, tenemos una amplia experiencia en este campo. Lidiamos con un asunto muy serio: la dimensión externa de la defensa interna», explicó García-Berdoy.
El representante de España repasó las iniciativas para reforzar la seguridad interna a nivel europeo y señaló que, en términos de capacidad, es importante que haya recursos financieros comunitarios destinados a esta materia.
«Lo negociaremos para las próximas perspectivas financieras. Sería importante que este capítulo de seguridad tenga un apoyo apropiado en el futuro presupuesto, ya que es una política clave de la UE del futuro», sostuvo.
