Abatidos han sido 5 terroristas en la ciudad española de Cambrils. Acababan de cometer un asesinato y habían intentado muchos más.
Los policías han actuado con rapidez y han atajado una peligrosa y mortal acción del terrorismo islámico.
Todo el mundo empezaba a preguntarse cómo no había caído todavía ningún terrorista, puesto que en el resto de ciudades europeas, objetivo del yihadismo, todos los terroristas que cometían atentados, habían sido abatidos.
Los ciudadanos respiran tranquilos, más aún, si se confirma que uno de los terroristas era el conductor de la furgoneta utilizada en barcelona.
Los ciudadanos exigen respuestas rápidas y eficaces. Los terroristas deben saber que sus actos no van a acabar con una simple detención. Y si bien parecía que no les importaba morir, en Barcelona se ha visto que querían huir, por lo tanto vivir. Responsabilidad la hay, ahora falta acción y medidas contundentes para frenar lo que ya se ha iniciado hace mucho tiempo.
Algo está cambiando en la mente de estos «terroristas religiosos», quizás sea que quieran vivir y no morir por una causa que consideran injusta. ¡Y vaya que si lo es!