La inestabilidad política con la que Bulgaria afronta este domingo sus terceras elecciones generales en cuatro años amenaza con continuar debido a la dificultad que prevén los sondeos para formar una mayoría de gobierno.
Al cierre hoy de la campaña electoral, las últimas encuestas dan al partido populista conservador GERB, en el poder desde 2009 a 2013 y luego desde 2014 hasta el pasado enero, el 31,7 por ciento de los sufragios, frente al 29,1 que obtendría el Partido Socialista (BSP).