Amnistía Internacional ha celebrado este sábado en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona un acto simbólico de «inauguración» de la capital navarra como «Ciudad de acogida» de refugiados
En este acto, en el que se ha cortado una cinta como gesto simbólico de inauguración, se ha leído un manifiesto en el que se insta a los estados de la Unión Europea a que no sean «cicateros» y asuman ya sus compromisos de acogida de inmigrantes.
Un año después de que se asumieran los compromisos de acogida, han llegado a España unas 900 personas refugiadas, menos del 6 % de las comprometidas, según cálculos de Amnistía Internacional.
A ese ritmo, se subraya en el manifiesto, se tardaría unos 25 años en alojar a las 17.337 personas refugiadas que España se comprometió a recibir.
En el manifiesto se confía en que los ayuntamientos puedan «presionar» al Gobierno español a que cumpla sus compromisos de acogida con las personas refugiadas.
En ese sentido, el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, ha explicado que el consistorio de la capital navarra está trabajando con el Gobierno Foral y con Cruz Roja para acoger a más refugiados, pero están encontrando «muchísimas dificultades», sobre todo debido a la «falta de información» existente.
El Ayuntamiento de Pamplona, ha indicado el alcalde, trabaja en un protocolo de acogida de refugiados de carácter integral, que tenga en cuenta sus necesidades básicas, como la vivienda, la atención psicológica, la escolarización de los niños, la salud o el aprendizaje de idiomas.
Asirón ha declarado que en el Ayuntamiento de Pamplona están «profundamente decepcionados» con la política de los estados europeos, que «dan la espalda a los refugiados».
Iñaki Ruiz, portavoz de Iruña Ciudad Acogida (ICA), ha destacado la importancia de sensibilizar en este tema a los ayuntamientos, ya que son «la administración más cercana a los ciudadanos», con el fin de crear una red que dé respuesta a personas que «están en una situación extrema». EFE
