Las pensiones de viudedad constituyen hoy uno de los soportes que tienen muchas mujeres mayores para poder llevar a cabo una vida digna. Lamentablemente, muchas, demasiadas, de las cuantías de dichas pensiones no permiten a sus poseedoras llegar a fin de mes, puesto que son tan bajas que resulta imposible.
Los gobiernos de turno que van pasando por este país, suelen intentar manipular a la opinión pública elevando minimamente la cuantía de dichas pensiones, para hacerla creer que su gobierno se preocupa de las clases más débiles económicamente. La subidas cuando se producen, suelen provocar risa y vergüenza para quien las padece, puesto que son tan pequeñas que parece mentira que puedan producirse.
Ahora resulta que la posibilidad que había en Navarra de equiparar dichas pensiones al salario mínimo interprofesional, se ha rechazado por parte del gobierno nacionalista de la señora Barkos, alegando que dicha equiparación resultaba del todo imposible por un decreto del gobierno del señor Rajoy se lo impedía.
Surge la pregunta, ¿Para que se tiene el Fuero navarro, para que se tiene una autonomía fiscal que es la envidia del resto? Achacar las culpas de todo lo que ocurre al gobierno central, no parece que sea la mejor solución. Lo que se requiere son iniciativas claras y rotundas que solucionen el bienestar de los ciudadanos y de ello hasta ahora no parece que haya tenido el gobierno foral , más preocupado, eso si, de implantar a la fuerza su política a favor del euskera, que de buscar otras soluciones.